El juicio que se le sigue al joven Franco Aaron Candelario comenzará a definirse hoy en los Tribunales de Villa María cuando la Fiscalía y la Defensa formulen sus respectivos alegatos como paso previo al dictado de la sentencia.
Ayer, en tanto, las partes receptaron los últimos tres testimonios e hicieron lugar a un careo entre el acusado y un testigo que había declarado el lunes en la primera audiencia de debate.
Esta tercera jornada del proceso oral y público fue convocada por la camarista Silvia Saslavsky de Camandone para las 8 de la mañana y es muy probable que antes del mediodía se conozca el veredicto, aunque no se descarta que la definición pueda postergarse 24 horas.
Por lo pronto, una vez que se termine de incorporar el resto de la prueba obrante en el expediente, expresarán sus conclusiones el titular del Ministerio Público, Francisco Márquez, y uno de los codefensores de Candelario, Lisandro Caronni.
En principio todo parece indicar que el fiscal de Cámara sostendrá la acusación que pesa sobre el joven albañil, de 20 años de edad, quien comparece imputado como presunto autor de “hurto simple” y coautor de los delitos de “robo calificado” por uso de arma y “privación ilegítima de la libertad”.
Y a juzgar por la pena que prevé la legislación vigente para el más grave de los ilícitos en cuestión (el asalto a mano armada, cuya pena mínima es de seis años y ocho meses de prisión), es muy probable que el acusador público solicite una sanción de entre siete y nueve años de cárcel para Candelario.
Por contrapartida, la Defensa del trabajador de la construcción (ejercida conjuntamente por el mencionado Lisandro Caronni y su padre Luis, quien no hará uso de la palabra en los alegatos) sostendrá la absolución del acusado por entender que su cliente no intervino en el asalto al remisero Carlos Gabriel Etchemendi, perpetrado poco después de la medianoche del 11 de octubre del año pasado.

Ultimos testigos

Durante la audiencia de la víspera declararon un efectivo policial y dos vecinos de barrio San Nicolás, amigos del acusado.
En primera instancia compareció el oficial Diego Gallo, de la División Investigaciones de la Unidad Departamental, quien relató que pudieron detener a Candelario luego de recibir una llamada telefónica anónima mediante la cual les informaron que el autor del asalto era el joven albañil.
En base a ese dato, además de un reconocimiento fotográfico hecho por Etchemendi en sede policial (Candelario ya estaba prontuariado por un hurto que también se juzga en este proceso), los investigadores lo detuvieron en su casa de barrio San Nicolás, aunque no le secuestraron ningún elemento que lo incrimine directamente con el asalto.
Posteriormente declararon Hernán Matías Reynoso y Osvaldo Antonio Oviedo, vecinos del San Nicolás, quienes la noche del atraco estaban en la calle, a una cuadra del lugar del hecho.
Ambos dijeron -cada uno a su turno- que vieron pasar corriendo a los asaltantes, a quienes no conocían, y coincidieron en señalar que ninguno de los delincuentes era Candelario.
Por último se realizó un careo entre el peluquero Marcelo Sánchez (que había declarado el lunes) y el propio Candelario en relación a si el joven acusado tenía el cabello corto o no al momento del asalto.
Este detalle que no sería menor, puesto que el remisero dijo que uno de los sujetos -el que supuestamente sería el imputado- tenía el pelo largo cuando dos delincuentes armados lo abordaron aquella noche en las inmediaciones de Buenos Aires y calle Misiones para luego despojarlo de 90 pesos, un celular y las zapatillas.