El martes último, Francisco Márquez se reincorporó al trabajo, después que los médicos que lo asistieron tras el atentado que sufrió, le dieron el alta médica.
Con perfil bajo, Márquez ocupó con naturalidad la oficina del quinto piso de los Tribunales locales y comenzó a repasar los casos que tiene a su cargo.
El fiscal venía rehabilitándose paso a paso de las heridas recibidas cuando desconocidos le descerrajaron dos tiros y huyeron mientras Márquez caía inconsciente en la puerta de su casa, donde ocurrió el atentado.
Las lesiones causadas por la bala fueron importantes, pero también debió recuperarse de las heridas ocasionadas por la caída, que no fueron menores, dado que le afectaron la cara y principalmente, un ojo.
El proceso de recuperación fue lento pero seguro. Desde hace un tiempo, cuando los médicos se lo permitieron, retomó sus habituales caminatas de cuatro kilómetros por día, tal como hacía antes del hecho. Y el martes, con el alta total de los médicos, retomó su actividad como fiscal de Cámara, cargo que ocupa desde febrero de 2005.
Cuentan que los empleados se sorprendieron porque no tenían noticias de la fecha de regreso del funcionario judicial.
Se lo ve totalmente recuperado y con el humor -el buen humor- de siempre, aunque por ahora prefiere no dar notas periodísticas.
Sin embargo, trascendió que está satisfecho con la investigación que sigue adelante el fiscal Felix Martínez, aunque todavía no se pudo identificar a los autores del atentado ocurrido el 2 de abril de este año.
Tampoco está claro en la investigación si la agresión fue motivada en la función de Márquez que, como fiscal, ha pedido la condena de muchas personas que terminaron en la cárcel o si bien no es más que un delito común que no se concretó porque los agresores dieron por muerta a la víctima y huyeron. Son varias las hipótesis sobre las que trabaja la fiscalía.
Lo que sí se sabe es que la recuperación del fiscal fue integral y que desde el martes ocupa su lugar como lo hacía antes, con dedicación y personalidad.