|
|
|
|
|
|
|
Ya todo ha terminado. El fiscal Márquez, expediente en mano, saluda al abogado Lisandro Caronni. Detrás, Candelario observa en silencio mientras es esposado para volver a la cárcel |
|
|
|
|
|
La camarista Silvia Saslavsky de Camandone condenó ayer al albañil Franco Aaron Candelario a seis años y nueve meses de prisión por el asalto a mano armada que damnificó al remisero Carlos Etchemendi.
Candelario fue finalmente declarado autor responsable de los delitos de “hurto simple” (por un hecho que había confesado durante el proceso oral) y “robo calificado por uso de arma de fuego” (vinculado al atraco en perjuicio del trabajador del volante), al tiempo que quedó sin efecto la “privación ilegítima de la libertad”, que también se le atribuía en la acusación inicial.
Poco antes de que se dictara la sentencia, el joven de tan sólo 20 años de edad le pidió a la magistrada que le creyera que él era inocente, cuando hizo uso de lo que se conoce como “última palabra”, previo a que se cerrara el debate.
Sin embargo, es evidente que las pruebas colectadas en el expediente y las declaraciones aportadas por los testigos en las dos primeras audiencias complicaron la situación de Candelario.
Pese a ello, puede afirmarse que el joven trabajador de la construcción “la sacó barata”, ya que la jueza terminó imponiéndole el mínimo de la pena prevista por la legislación vigente para el “robo calificado por uso de arma de fuego”, que es de seis años y ocho meses de cárcel, a lo que debe sumarse la escala mínima que prevé el Código Penal para el “hurto simple”, que es precisamente de un mes de prisión.
En consecuencia, la sumatoria de ambos mínimos da la condena aplicada a Candelario.
Pudo ser peor
Es oportuno recordar que el miércoles, en ocasión de pronunciar su alegato, el fiscal de la Cámara del Crimen, Francisco Márquez, había solicitado una pena de nueve años de prisión.
Pues bien, la sentencia aplicada en la víspera le permitirá al joven delincuente recuperar la libertad mucho antes de lo previsto, puesto que si era condenado a la pena requerida por el acusador público, iba a tener que cumplir un mínimo de seis años entre rejas para alcanzar los necesarios dos tercios que exige la ley para solicitar la “condicional”.
Ahora el panorama es diferente, porque las dos terceras partes de seis años y nueve meses son cuatro años y medio, es decir 18 meses menos que la hipótesis anterior. Y a esto hay que agregar que Candelario lleva cumplidos poco más de nueve meses en prisión (un mes y una semana el año pasado y ahora está detenido desde el 11 de marzo).
En resumen, si a esos cuatro años y medio le restamos los nueve meses y “chirolas” que el joven albañil ya pasó en la cárcel, le restan por cumplir alrededor de tres años y nueve meses.
Por eso, con buena conducta durante dicho período, Candelario podrá solicitar el beneficio de la “libertad condicional” durante los primeros días de agosto de 2013.
Aquel asalto...
El hecho por el que Candelario fue condenado se produjo alrededor de la 0.30 del 11 de octubre del año pasado, cuando dos sujetos armados despojaron a Etchemendi, actualmente de 23 años, de 90 pesos en efectivo, un celular y las zapatillas en barrio San Nicolás.
A punta de pistola, los asaltantes (uno sentado a la par del conductor y el otro -Candelario- en el asiento trasero) lo redujeron en las inmediaciones del cruce de las calles Buenos Aires y Misiones, y tras desapoderarlo de dinero y sus pertenencias, lo obligaron a salir del coche de alquiler y a salir corriendo, al tiempo que efectuaron algunos disparos al aire, con lo cual dejaron sentada la operatividad del arma empleada en el atraco.
El joven albañil nació en Villa María el 25 de febrero de 1989 y registra último domiciliado en Intendente Sarno s/n, a muy pocas cuadras de donde se produjo el asalto.
En el marco de la investigación del episodio, Candelario fue inicialmente detenido por la Policía el 17 de octubre de 2008, es decir seis días después del hecho, pero recuperó la libertad el 25 de noviembre.
El fiscal Félix Martínez, a cargo de la instrucción de la causa, apeló la medida y en marzo pasado la Cámara de Acusación de Río Tercero revocó la libertad.
... y el hurto
Con respecto al hurto por el que también fue juzgado en este proceso oral, cabe recordar que se trató de dos teléfonos celulares que Candelario sustrajo el 18 de julio de 2008, del interior de un camión Mercedes Benz que se hallaba estacionado en calle San Juan al 1400.
Luego de correr un par de cuadras, el joven fue alcanzado por un particular que lo entregó a la Policía.
Otras notas de la seccion Policiales/Judiciales
Tres personas heridas de gravedad
Robo en un comercio
Operaron a Maximiliano y continúa en terapia
Incautan arma de fuego y recuperan herramientas
Dos nuevos testigos en un proceso por abuso sexual
|