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Mondino se refirió a la empresa familiar y Cameron explicó el trabajo en pasturas |
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@Menos de 7 mil litros por hectárea por año
El planteo fue capacitarse y prepararse para superar las crisis y aumentar la productividad.
En ese sentido, el ingeniero Agrónomo Mario Mondino, del INTA Rafaela, presentó las variables a tener en cuenta en la empresa familiar tambera, destacando la necesidad primordial de conocer la productividad del tambo, y saber realmente, cuántos litros de leche se produce por hectárea por año, para determinar con los indicadores de eficiencia cuánto es la producción individual, qué carga animal se tiene realmente por hectárea, la relación vaca ordeñe/vaca total.
"Hay baja producción en las cuencas y hay que ver por dónde pasa la cuestión, buscando el diagnóstico de baja producción se ha detectado que, la falta de organización del trabajo y la falta de planificación en el tambo, conjuntamente con una no buena base forrajera, ya sea en pasto a campo o conservado, problemas de alimentación, problemas en la reproducción, falta de capacitación, inadecuado asesoramiento profesional, convierten a los establecimientos productivos en sistemas no competitivos, que podrían serlo si lograran revertir la problemática planteada y lograr un aumento considerable en la producción, que podría ascender hasta 9 mil ó 10 mil litros por hectárea por año (l/ha/A)", explicó Mondino.
Sostuvo además que "es necesario plantearse cómo salir de esa situación, teniendo en cuenta, primeramente, que se está convencido de querer optimizar la producción, en segundo lugar, capacitarse, y luego, integrar, motivar y capacitar al personal".
"El primer paso, es capacitarnos junto al tambo, para luego establecer objetivos claros y precisos, lograr aprovechar al máximo la producción de materia seca, adoptando y aplicando la tecnología disponible, recurrir al asesoramiento profesional y realizar una buena gestión, no es una fórmula mágica, es una fórmula que hará al tambo competitivo y puede aplicarse, porque es necesario prepararse y capacitarse, para los momentos críticos, para poder avanzar, para aumentar los niveles de eficiencia productiva, y los profesionales del agro, tanto agrónomos como veterinarios, deben estar preparados para acompañar el proceso de desarrollo, incorporando en esta capacitación al personal tambero, que tiene a su cargo, no sólo extraer la leche, sino la toma de decisiones de todas las situaciones que se presentan a diario", manifestó Mondino entre otros conceptos.
@Saber seleccionar herramientas de gestión
A su turno el ingeniero Castignani, resaltó la importancia de la gestión en la empresa, ya que la información "es un complemento a los indicadores productivos y organizacionales de la empresa lechera, buscando entusiasmar para esta tarea a quien tenga el perfil para ello, es fundamental analizar el grupo familiar, y determinar a quien se le entrega el rol destinado a la gestión".
El uso de información, "está vinculado al para qué, cómo y por qué se realizan los análisis, y la selección de herramientas de gestión, de acuerdo a cada manera de producción adoptada es fundamental para optimizar y obtener buenos resultados", expresó a la conclusión de su disertación donde mostró las herramientas de gestión mencionadas y la posibilidad de adaptarlas según el criterio de manejo de cada productor.
@Ser eficiente en un sistema pastoril
Por su parte, Eduardo Cameron, ingeniero Agrónomo, planteó la necesidad de alcanzar una productividad sustentable, considerando que "no tiene que ser el objetivo de un tambo de sistema pastoril, tener vacas de alto nivel productivo, sino aumentar la producción de las vacas de buena genética que están en los tambos".
"Cada vez hay mayor eficiencia en los tambos, y si nos planteamos la cuestión si nos conviene ser más eficientes, la respuesta es si, porque no sólo es dinero, sino también reducción de tiempo para realizar el trabajo, ya que se ha probado que a medida que aumenta la productividad física, aumenta el beneficio económico, y buscar las estrategias para aumentar la productividad".
Entre esas estrategias mencionó optar, "por aumentar la producción individual, o la carga de vaca/ha, una combinación interesante, con disminución del riesgo importante, sin comprometer demasiado el precio de la dieta de los animales con un buen nivel de producción. Sabiendo que el rumen, nos cubre los 15 a 16 litros por vaca, y algunos alimentos de los comunes, que se consiguen en todos lados, completan la dieta para poder lograr los 20 a 21 litros de leche por vaca, y la carga de 1,7 vaca por hectárea es una carga bastante razonable en la cual, tengo algún riesgo, pero controlable, en la producción de forraje que demanda esa carga".
"Observando qué hacen aquellos que son más eficientes, podemos mejorar mucho en nuestros establecimientos", expresó el especialista como parte de su diseño programado para eficientizar los sistemas pastoriles, con más pasturas, más silajes y el mejor uso de los concentrados, teniendo en cuenta además que se puede hacer leche con sorgo y no es verdad que sólo el maíz hace producir leche.
@Ser un buen agricultor
Se planteó además, la necesidad de "tratar a la alfalfa como se tratan los cultivos de granos, ya sean finos o gruesos, preparando bien los suelos para la implantación, haciendo control de malezas, de plagas, cuidar los desperdicios y usarla con alta carga, permite duplicar los valores del forraje aprovechable; esto significa aumentar la carga por hectárea y la producción de leche, lo que también significa más dinero en los ingresos", dijo Juan de Bernardi en su disertación.
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