Escribe:
Juan José Coronell (Especial para EL DIARIO)
Saldán, comienza su historia con el asentamiento de los sanavirones, una de las primeras comunidades originales de la región. Estos aborígenes se agrupaban en unidades familiares y respondían a un jefe político al que denominaban Inchín. Esta localidad lleva el nombre de Saldán Inchín y es una de las pocas que conserva el nombre de su cacique.
El origen como estancia se remonta a 1574, cuando se le cedieron al portugués Baltasar Gallegos, compañero de Jerónimo Luis de Cabrera una extensión de tierras con un manantial de aguas, donde se asentaría con su familia. Luego, para 1633, pasaría a manos de Fray Luis de Tejeda, el denominado primer poeta argentino. Aunque tal vez lo más importante en la historia de Saldán fue la estadía de San Martín un tiempo antes del famoso cruce de los Andes, quien liberaría a Chile y poco después al Perú, allá por 1817. Pasaron otras varias personalidades por este lugar, como Juárez Celman o el mismísimo ex presidente Juan Perón.
La estancia fue adquirida por el doctor José Norberto de Allende, y luego de diferentes divisiones y subdivisiones, se llegó a perder gran parte de su extensión, lo que dio lugar a la formación de Villa Allende.
En 1930 llegó a la localidad vecina de Dumesnil la Compañía Sudamericana de Cemento Pórtland Juan Minetti e Hijos Ltda. SA, y con ella los primeros habitantes que le dieron forma de pueblo. Hacia 1945, un grupo de vecinos comenzó con la idea de crear la Municipalidad. Y finalmente el 28 de setiembre de 1957 nació el municipio de Saldán.
@ Los atractivos
Nos damos cuenta de que llegamos a Saldán, luego de cruzar el río Suquía y cuando nos topamos con un acueducto, que obliga a pasar por uno de sus arcos. Este, con el paso de los años se transformó en el símbolo de la ciudad.
Actualmente, la estancia de Tejeda es privada, aunque desviando desde la ruta se puede disfrutar de la naturaleza y de un monumento de este personaje. A pocas cuadras, se encuentra la estancia La Querencia, donde se puede apreciar una galería de arte, restaurante con comidas criollas, y donde la equitación y las cabalgatas programadas son la posibilidad del contacto con la naturaleza.
Se pueden hacer caminatas al lado del arroyo, con sus bordes llenos de vegetación. Otra posibilidad es refrescarse con el agua del mismo o solamente quedarse un rato tranquilo y dejarse llevar por la paz que reina en el lugar.
Por si se quiere visitar los lugares aledaños, la ruta o la calle Caseros, que desemboca en la avenida Goycoechea: así, hacia la derecha está el centro de Villa Allende, que cuenta con una reconocida cancha de golf, el Balneario municipal, el Anfiteatro (donde se desarrolla el Festival de la Solidaridad en febrero) y el Bingo. Si en cambio se va hacia la izquierda se encuentra el camino al cerro Pan de Azúcar.
Desde allí la avenida toma el nombre de Elpidio González y al finalizar el asfalto comienza el camino de tierra que asciende a ese reconocido cerro, donde se halla la aerosilla.
Saldán posee hermosura, paz y la sensación de que se está en uno de los mejores lugares de la provincia. Una localidad que, gracias a la naturaleza, nos brinda las mil y una opciones.
Por eso no es justo y resulta triste que esté sufriendo los embates de los incendios forestales.
@ Conciencia
Desde EL DIARIO Viajero tratamos de concientizar a todo turista que visite las sierras, para que tenga un trato responsable y respetuoso para con la naturaleza.
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