“En la UCR de Villa María hace varios meses que debatimos la problemática del agua y hoy analizando todos los graves problemas que tenemos en nuestra provincia, nos parece necesario proponer una serie de reflexiones para que sean analizadas por nuestra comunidad.” Así comienza un escrito firmado por el titular del comité local Felipe Botta bajo el título: ¿El agua le importa al municipio?
En el documento, Botta recordó que hace 15 días concurrieron a una reunión con el presidente del Concejo Deliberante, Javier Suppo.
“Suppo se comprometió a convocarnos para que entre todos los integrantes del Concejo Deliberante se sancione una ordenanza que concrete el proyecto presentado por nuestro concejal Miguel Zandrino a los fines de integrar una comisión municipal para el estudio del agua con la participación de todas las entidades o agrupaciones interesadas en la temática y coincidió con nosotros que la problemática del agua, debe ser asumida como una política de Estado municipal”, manifestó el documento enviado a nuestra Redacción.
Botta aclaró que “la convocatoria propuesta por el radicalismo tiene como interés intentar entre todos tratar dicha problemática porque hoy tenemos agua y mañana no sabemos”.
“Se ve claramente que las autoridades municipales no coinciden con nosotros o tendremos que interpretar que sus intereses no son los mismos que los nuestros”, precisó el titular de la UCR villamariense.
El radicalismo se pregunta ¿cuándo estará el agua en la agenda oficial? “¿Cuándo tengamos que sufrir cortes del servicio como sucede en las sierras de nuestra provincia?”.
“ No se animan a decretar la emergencia hídrica, por el costo político que deberían asumir y pareciera como si esta situación sólo afectara a San Luis. La falta de respuesta dirigencial nos habla a las claras que deberemos esperar el año 2011 para comenzar a desarrollar una verdadera política de Estado que como decimos los radicales gire alrededor del ser humano y no de las ‘obras públicas’ a que nos tienen acostumbrados.”
En otro de los párrafos del comunicado, el radicalismo hace referencia a la falta de certezas sobre la “cantidad de arsénico” que contiene el agua y el “impacto” que sufre la población con su consumo.
“No existe ningún departamento de salud municipal que esté analizando en este momento la gran incidencia de patologías como leucemia, tumores de distinto tipo, cuadros gastrointestinales, etcétera, que padecen nuestros habitantes.”
Finalmente, exhortó a los funcionarios a "ponerse las pilas". “No hacerlo es continuar con la política de esconder la basura debajo de la alfombra, porque los problemas que no se debaten tarde o temprano se vuelven en contra de quienes se hicieron los distraídos, aplicando la ‘política del octavo voto’, es decir nada por consenso, todo se impone desde el Ejecutivo municipal.”