Escribe: Juan Pablo Morre

No se detiene en su ilusión. Si bien sabe que deberá pelearla de atrás en la última fecha y aguardar resultados ajenos, Alumni hizo lo que tenía que hacer ayer, ganar, por más que cumplir el objetivo le costó más que nunca, pero contó con “regalos” del rival.
Es que, los tres goles del “fortinero” fueron producto de sacar provecho de tres errores garrafales y de desentendimiento entre la última línea y el arquero del elenco de barrio Santa Ana, ya que en cuanto al trámite fue parejo, ambos se repartieron los momentos de superioridad y protagonizaron un partido vibrante, emotivo por momentos y con cinco festejos, lo que no es poco en el fútbol de hoy.
Alumni fue levemente superior en cuanto a la posesión del balón y dominio territorial pero le faltaron ideas para desnivelar ofensivamente a su rival. Barbuio estuvo apagado, Figueroa de vez en cuando ganó en velocidad por los costados y Depetris perdió más de lo que ganó con la dupla central rival.
Mientras tanto, Argentino fue más punzante cuando atacó, tuvo a Fuente inspirado, a lo que le sumó el acompañamiento de un mediocampo de buen pie y con capacidad para aparecer con sorpresa en los espacios dejados por el fondo “fortinero”, pero defensivamente mostró otra cara, y terminó costándole la caída.
Desde el principio se visualizó dicho parecer, ya que comenzó dominado el “albirrojo”, con las subidas de “Facu” Depetris por izquierda, pero en las réplicas, el rival dañó. Primero, Luciani llegó justo cuando Fuente encaraba al arco, luego el arquero bajó a Negro apenas afuera del área, y el combo terminó con el uno desviando el tiro libre de Fernández que pedía gol.
Entonces, no sorprendió cuando a los 24 minutos llegó la apertura del marcador a favor de la visita. Alumni hizo mal un óptimo tiro libre a su favor y el contragolpe culminó con un penal a favor de la visita, ya que el envío de Fuente terminó con la pelota impactando en el brazo de Juan Arce.
El delantero se hizo cargo del mismo y abrió el marcador a favor de Argentino con un remate a la izquierda de Luciani, quien adivinó el disparo y llegó a rozar la pelota.
Pese a que el nerviosismo del local se notó en el campo de juego, igual llegó el rápido empate al aprovechar el primer regalo del rival. Federico Depetris tiró un centro a media altura desde la derecha, Arcas llegó a interceptar, pero dejó la pelota boyando en el punto penal y apareció Figueroa para decretar la igualdad.
Pero, cuando Alumni volvía al partido, llegó otro grito de gol rival, porque a los 31’ Morello encontró muy bien a Fuente ante una defensa abierta y el goleador “albiazul”, tras un amague y eludir a un rival, marcó el 2-1.
De esta manera, Argentino se fue ganador en el primer período porque gestó mejor en campo contrario frente a un rival que mostró otro ritmo, especialmente cuando el balón pasó por Morcillo, pero igual estuvo confundido, nervioso y sin profundidad.
No obstante, el escolta del campeonato logró el empate antes del minuto del complemento porque Federico Depetris apareció con lo que mejor sabe: anotar tras beneficiarse de otro error defensivo rival debido a que Braun, en su intento de cederle la pelota de pecho a su arquero, sólo terminó habilitando al goleador rival.
Más allá del gol y de poseer el balón, Alumni igual continuó con sus falencias para tener profundidad de tres cuartos hacia adelante, mientras que el equipo de Romero era más claro cuando pudo juntar gente en campo rival, a tal punto que Luciani volvió a entrar en acción para desviarle un cabezazo a Fuente.
Después, el trámite se volvió disputado, impreciso y el aumento de roces y faltas. Dentro de ese panorama, sendos elencos se quedaron con uno menos, y sólo hubo una chance nítida de gol para cada uno. Primero lo tuvo Argentino, cuando nuevamente Fuente aguantó la pelota, hizo la pausa y le cedió el balón a Andrada, quien desperdició una gran oportunidad al tirar al cuerpo de Luciani en el mano a mano.
Y, en la de Alumni, llegó el gol del triunfo. Pelotazo al área, Gabriel Danna le cabeceó la pelota de las manos a su propio arquero y terminó dejándo la pelota en la cabeza de Depetris, quien anotó el tercero para la euforia “fortinera”, que mantiene vivas sus chances de campeonar.