Hay actitudes que realmente no sabemos cómo tomarlas: insólitas, ridículas o desubicadas, por mencionar algunas sensaciones que se experimentan cuando las enfrentamos.
Ayer, en Plaza Ocampo y en el partido que disputaron Alumni y Argentino, el cuarto árbitro, a instancias del referí principal y el primer asistente, del encuentro no permitió que nuestro fotógrafo cumpliera con su trabajo dentro de la cancha (detrás de la línea de cal, obvio).
Entonces, la tarea del reportero debió cumplirse desde una tribuna. Esto, hasta donde sabemos, ocurre nada más que en el ámbito de nuestro fútbol.
Consultamos si esta medida está oficialmente establecida y la respuesta no fue para nada convincente. Se dice que es facultad de la Liga organizadora a través de una disposición no dejar ingresar ni a los fotógrafos ni a los camarógrafos, cosa que el árbitro debe respetar. Pero también el árbitro tiene la suficiente autoridad para tomar unilateralmente la medida. Es decir, las incógnitas no se cierran.
¿Insólitas, ridículas o desubicadas? Bueno, digamos un mamarracho.
Otras notas de la seccion Deportes
El peor Agosto de su vida
Argentino, campeón
Jockey no pudo con Athletic
Otra victoria del "Sanmar"
Villa María, subcampeón
|