Hoy se conoció el dictamen de una jueza de Capital Federal, autorizando el matrimonio civil de una pareja de homosexuales. Las consecuencias para la jueza en su otro ámbito laboral, que es la docencia en una Universidad privada, es impredecible, aunque previsible.
No obstante ello, su dictamen sienta un precedente de inestimable valor en la reivindicación de los derechos de los ciudadanos y esta funcionaria de la Justicia ha ganado por este solo hecho, el reconocimiento de la ciudadanía, ciudadanía que es capaz de ver en el prójimo, un otro igual y diverso a la vez, y la aceptación de la diversidad es un elemento imprescindible en la convivencia de los seres humanos, así como en la construcción de ciudadanía, y de sociedades mejores.
Aportaré algunos datos que me parecen necesarios para una mayor comprensión de la problemática.
3 El 17 de mayo de 1990, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud ( OMS ), aprobó la 10° Revisión de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados a la Salud. Allí se sostiene que “la orientación sexual (heterosexual, bisexual u homosexual) por ella misma, no se considerará trastorno.
3 Desde entonces, el 17 de mayo se celebra el Día Mundial Contra la Homofobia.
3Homofobia y Transfobia: es el odio contra las personas de una identidad y orientación diferente a la heterosexual. Constituye una clara violación a los Derechos Universales Básicos, que nos exigen evitar distinciones entre los seres humanos.
3 En 2007, en Uruguay, los ministros de Salud de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay y Uruguay, firmaron una Declaración en la que rechazan el estigma de la discriminación, incluyendo la asociada a la diversidad sexual, y se comprometieron a promover en el Mercosur, los Derechos Humanos de las personas con VIH y de las poblaciones más vulnerables en los aspectos relacionados con la Salud.
3Otro dato que puede ser útil, también, para la reflexión de aquellos que no comprenden estas cuestiones, es conocer que las variantes de la orientación sexual, existieron desde el principio de los tiempos. Que su peso estadístico en las sociedades ha sido a través de los siglos, siempre el mismo. Que los cambios socioculturales operados a través de los tiempos y, particularmente durante el último siglo y lo que va de éste, ha puesto en la superficie colectivos sociales que fueron invisibilizados, humillados, torturados, y hasta asesinados, a lo largo de la historia.
3El Congreso de la Nación ha abierto el debate para modificar el Código Civil, con una simple sustitución, introduciendo la palabra contrayentes, lo que incorpora la posibilidad de que las personas que eligen casarse, independientemente de la orientación sexual que hayan elegido, puedan hacerlo.
3En Córdoba, las fuerzas conservadoras, refractarias a los derechos de los más vulnerables, a la igualdad ante la ley de todos sus habitantes, han obstruido el tratamiento en la Legislatura de este tema y los muchos proyectos sobre Unión Civil presentados en los últimos siete u ocho años duermen en los cajones de quienes tienen el poder de decidir la agenda legislativa y no pasaron todavía por ninguna comisión para su tratamiento.
3Sólo algunos municipios han legislado mediante ordenanzas acerca de la Unión Civil. Hay un proyecto en el Concejo Deliberante de nuestra ciudad en el mismo sentido.
3 Pero el Congreso Nacional se ha puesto a la cabeza de una transformación necesaria, como un paso trascendente para garantizar la igualdad de las personas ante la ley, consagrando derechos largamente conculcados.
Se coloca así, al lado de otros países progresistas en el mundo. Uruguay, a su vez, manifiesta una preocupación importante por resolver el problema de discriminación por orientación sexual, y muestra grandes avances en la materia.
3 Imaginar que la heterosexualidad es la forma “correcta” y querer someter a todos a “tratamiento” para ajustarlos a tal “corrección”, partiendo del supuesto que las otras son aberraciones perversas, es de un claro autoritarismo, incompatible con las sociedades abiertas y democráticas.
3 Suponer que con apoyo psicológico y cristiano se puede cambiar la orientación sexual de una persona, es desconocer los avances científicos que dan por tierra con esta afirmación que, por otra parte, revela un grosero desconocimiento de la profunda complejidad de la construcción de la sexualidad y de las relaciones humanas.

Zulema Hernández
DNI 3284965
Partido Solidario