El abogado, empresario y ex legislador juecista Jorge Anselmo Valinotto pidió la destitución “lisa y llana” del fiscal de Instrucción Gustavo Enrique Atienza, luego de denunciarlo por “mal desempeño en su cargo, negligencia grave, desconocimiento inexcusable del derecho, o lo que sería peor, en su caso, manipulación en la interpretación del derecho con clara intención de producir un perjuicio por alguna razón personal o como favor político hacia otra persona, lo que lo haría incurrir en un grave delito, como abuso en sus facultades en la responsabilidad de funcionario judicial”.
La severa acusación fue presentada por Valinotto el pasado 26 de octubre ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de la provincia de Córdoba, órgano que funciona en el ámbito de la Legislatura.
En un extenso escrito, al que EL DIARIO tuvo acceso a través de fuentes de la capital provincial (ya que el ex legislador se encuentra en el exterior y estaría llegando a Villa María en las próximas horas), el conocido empresario cuestionó con rigurosa prueba documental la actuación procesal de Atienza en una causa que instruyó en su contra, a raíz de un episodio registrado en la vía pública con una inspectora municipal.
Sobre el particular, hace casi tres años, más precisamente el 24 de noviembre de 2006, en horas de la tarde, el abogado denunciante dijo que fue “provocado y agredido en un incidente de tránsito, aduciendo que me encontraba mal estacionado, algo totalmente inexacto”.
Valinotto explicó en el escrito que alrededor de las 17.40 de aquel día, encontrándose en un negocio del centro, fue advertido telefónicamente por su secretaria que le habían labrado un acta de infracción y que pretendían levantar su vehículo de un espacio que repetidamente había utilizado para estacionar durante los últimos 30 años.
“Ante tal situación -precisó el empresario- me dirigí hacia ese lugar y observé que habían colocado delante de mi auto una grúa de remoción, pero con un espacio suficiente para maniobrar mi salida del lugar.”
Se produjo un intercambio de palabras entre las partes, pero finalmente al vehículo no se lo llevaron.

Causa política

Luego de aquel incidente no tuvo más noticias. Sin embargo, aclara que el episodio ocurrió justo cuando él participaba en un movimiento opositor al denominado “megacanje” (venta de la Plaza Ocampo, el Salón de los Deportes y las tierras del Aeroclub para supuestamente hacer un estadio deportivo) y había formulado duras críticas en contra de la por entonces intendenta de la ciudad, Nora Bedeno de Accastello y algunos concejales oficialistas.
Esta situación le valió recibir 25 cartas-documento, intimándolo para que se retractada por sus dichos a la prensa oral y escrita, algo que Valinotto desestimó de plano.

Y seis meses más tarde...

Aproximadamente a los seis meses del incidente con la inspectora, le informaron de la compañía de seguros que se había presentado un joven abogado reclamando 50 mil pesos por una supuesta lesión a la empleada municipal que labró aquella acta de infracción.
En tanto, hacia diciembre de 2007, Valinotto recibió una citación del fiscal Atienza para declarar como imputado en una causa penal en su contra, sin que le expresaran de qué se trataba.
En uno de los párrafos de la denuncia y pedido de destitución formulado, el ex legislador explica que “el fiscal, a mi juicio, por desconocimiento del derecho, o por malicia o por favoritismo político, lejos de resolver la cuestión que se le plantea, haciendo con un análisis fantasioso, contradictorio y de ninguna lógica, sin valorar los dichos del imputado y la petición del abogado defensor, eleva la causa a la jueza Correccional solicitando el dictado del decreto de citación a juicio por supuesto autor responsable de los delitos de ‘lesiones leves’ y ‘desobediencia a la autoridad’ en concurso real”.
Y añade: “Es sorprendente su evaluación fuera de toda consistencia; analiza hechos y declaraciones sin advertir (creo que intencionalmente) errores, desprolijidades y contradicciones en declaraciones y documentación obrantes en autos. También afectó gravemente mi derecho de defensa”.
Por otra parte, Valinotto expresa en su escrito al Jurado de Enjuiciamiento: “El fiscal, a mi criterio, habría actuado con desprecio a mi persona de una manera temeraria. Mis aseveraciones no tuvieron ninguna importancia, ni consideradas por el investigador. Las contradicciones de la denunciante y el testigo, únicos elementos de prueba con los que se falla, no fueron tenidos en cuenta; la desprolijidad quedó de manifiesto, y así lo denota expresamente la sentencia del juez de Control”.

Daño moral y real

“El daño moral y real que me provocó durante el tiempo de sustanciación del proceso fue de magnitud; entre otras cosas, no pude asumir como integrante de una comisión normalizadora de la Sociedad Rural de Villa María, por el antecedente que implicaba este caso, con amplio conocimiento social de la situación”, añadió el conocido letrado local.
Más adelante, Valinotto expresa que “ante el planteo de nulidad efectuado por mi defensa técnica a la parcialidad, improlijidad e ilegalidad de la resolución del fiscal al instar la elevación a juicio oral y público, el Juzgado de Control actuante, con una evaluación sintética, clara y contundente, llegó a la conclusión sobre la inexistencia del delito de ‘lesiones leves’ y el no encuadre a la figura del delito contenido en el artículo 350, inciso 2º del Código Penal, y resuelve el sobreseimiento definitivo respecto a ambas acusaciones, haciendo expresa mención a las deficiencias investigativas”.
El ex legislador señala también que Atienza, “al menos en los últimos tres años, nunca apeló una sentencia del juez de Control, y una vez desestimada su apelación, insiste en queja ante la Cámara, que tiene asiento en Río Tercero, donde se confirma el fallo del juez de Control en cuanto a la desestimación de la pretensión del fiscal”.

Interés subjetivo

“Debemos admitir -agrega- que tiene derecho de pretender hacer valer jurídicamente su criterio, pero me da la sensación de que estaría mostrando, una vez más, su interés subjetivo, al menos de mantener por algún tiempo la imputación y el antecedente”, y añade que “lo relatado constituye la acusación formal por conductas que someten al fiscal Gustavo Atienza a causales que motivan el pedido de destitución”.