Víctor Hugo Amante es chofer de la empresa de remises Tele Taxi y fue testigo del accidente. Así lo recuerda en diálogo con EL DIARIO.
“Yo estacioné el auto pegado a la barrera, que ya estaba baja, y al lado mío estacionó el coche de ellos. La mamá y la nena se bajaron y se apuraron, para ganarle al tren, que estaba a unos 30 metros. En eso veo que la mujer se cae. No sé qué le pasó, pero se cayó. Y la nena le tiró el brazo, como si quisiera ayudarla. Esa imagen de la nena tirando del brazo de la madre no se me borra más. Después, vi que los cuerpos volaban y desaparecieron, salieron de mi campo visual. Todo eso pasó en fracciones de segundo, porque el tren de pasajeros, si bien venía disminuyendo la marcha, pasa a más velocidad que el tren de carga. A lo único que atiné fue a bajarme, al mismo tiempo que se bajaba el padre de la nena del auto, gritando como loco ‘¡Mi mujer, mi hija!’ y rompió los anteojos contra el suelo. Estaba desesperado. Y yo quería consolarlo... ¡Qué vas a consolar!”, dijo Amante, con la voz estrangulada y los ojos brillosos por las lágrimas contenidas.
“Después, el tren pasó y pude ver el cuerpito de la nena, a unos 20 metros. Un hombre que vestía una camisa blanca se arrimó, se quitó la camisa y tapó el cuerpo. Yo, a lo único que atiné fue a llamar a la central para que mandaran a los Bomberos. Uno siempre tiene la esperanza de que haya un hilo de vida...”, continuó relatando.
“El padre, a todo esto, fue hacia el cuerpo de la chiquita. Yo intenté seguirlo unos metros, pero me volví. Me metí en el auto y me fui a mi casa. No sé cómo hice para llegar, no me acuerdo. Estaba destruido, conmocionado. Y en mi casa me eché a llorar. Era el cumpleaños de mi mujer, pero no me acordé para nada”, concluyó su relato el remisero.