"Es muy difícil mejorar nuestra relación con el medio ambiente si no afectamos los intereses económicos de los países. Para cambiar en serio hay que modificar totalmente la matriz productiva de casi todo el planeta", sentencia a EL DIARIO Emilio Pérez Campanelli, el estudiante de Desarrollo Local y Regional de la UNVM que representará a Argentina en una de las conferencias mundiales sobre la temática que se desarrollará el mes próximo en Dinamarca.
El alumno, de sólo 20 años, procedente de la pequeña localidad bonaerense de Mayor Buratovich, miembro de Ecoclubes desde los 9 años, de Movimiento Agua y Juventud y de Geojuvenil Argentina, participará del 7 al 18 de diciembre en la 15º Conferencia de las Partes (COP15), que está enmarcada en el convenio marco de las Naciones Unidas por el Cambio Climático. Pérez Campanelli, quien en agosto asistiera a una convención similar en Corea del Sur, será el único argentino que, junto a otros cinco jóvenes de Latinoamérica (de Colombia, México, Brasil, Perú y Ecuador), exponga una "estrategia de incidencia" -como se denomina- ante los países involucrados e invitados por la organización internacional "350".
"La entidad se llama así porque pretende llevar el nivel de emisión mundial de gases de carbono a 350 partes de millón. Actualmente estamos en 380", explica el estudiante quien ha recibido a este medio en su residencia ubicada en el Campus universitario.
Munido de informes recientes de organizaciones ambientalistas, Emilio lanza proyecciones de un futuro cercano cada vez menos habitable si continúan las condiciones actuales. "Del año 1900 a 2000, el mundo subió un grado su temperatura. Y se estima que, si se sigue produciendo como hasta ahora, en 2030 -con 550 partes por millón de emisiones de gases- se puede sumar un nuevo grado térmico, lo que afectaría directamente a los países insulares (43) porque provoca un mayor aumento del nivel del mar", indica.
En cuanto al ránking de contaminación a nivel mundial, el primer puesto está capitalizado por Estados Unidos con el 30%, seguido por la Unión Europea con 27%, cerca de Rusia, China e India. Toda América Latina sólo contamina el 7%. "Al ser países subdesarrollados con menor producción y tecnología, nuestro mayor problema es la deforestación. Tenemos que parar sí o sí con este fenómeno porque si no nos quedamos sin pulmones que absorban el dióxido de carbono", alerta.
¿Cómo definirías el encuentro para el cual fuiste seleccionado?
- Es un ámbito de negociación internacional donde participan los bloques de la Unión Europea, el Grupo Paraguas (Estados Unidos y los demás países desarrollados) y el G77, actualmente compuesto por 130 países, más China, donde se encuentra Argentina. Allí se tratará de acordar responsabilidades comunes pero diferenciadas según sus capacidades productivas.
¿De qué modo se resolverían esos asuntos?
- Por ejemplo, se deberá decidir el año de referencia, es decir de dónde se parte para estudiar cómo combatir las emisiones de gases del efecto invernadero. El G77 desea que empiece en 1990, donde inicia el período de mayor producción y que se reduzca el 45% de las emisiones. Estados Unidos (grupo Paraguas) quiere proponer 2005, alegando que en ese año comienzan a implementarse con mayor frecuencia las energías renovables (fuentes eólicas, pantallas solares, etcétera) y que la reducción sea del 20%. Otro punto es la escala de medición, si se divide el porcentaje de contaminación por habitante o desde una perspectiva histórica. Otros temas serán el financimiento, la adaptación a los cambios y la transferencia de tecnologías “renovables” desde los países centrales a los demás.