En el marco de los Festejos Patronales de Ausonia quedará hoy a las 11 de la mañana oficialmente inaugurada la moderna planta de balanceados Conecar, equipada con tecnología de última generación.
La nueva fábrica, aseguran, dará empleo genuino y directo a una veintena de vecinos de la localidad, aunque más personas se verán beneficiadas indirectamente con la apertura.
Para que esta empresa familiar de origen santafesino se afincara en Ausonia fueron necesarios 18 meses de arduo trabajo para instalar la planta y una inversión de alrededor de dos millones de dólares.

La apuesta

El proyecto de Conecar se apoya en un alto porcentaje en la ganadería de carne y leche, sin descuidar la producción reservada a pequeños animales. Y en esto se asienta uno de los principales desafíos de la empresa de nutrición: a partir de que la ganadería de carne y la de leche están muy relacionadas, trabajar para que los machos Holando puedan integrar feed lots y no ser despachados a faena cuando terneros, perdiéndose miles de toneladas de carne. "Por esto a nuestra actividad le influyen mucho las políticas del Gobierno nacional para el sector, y por lo que se observa, están bastante equivocadas. De todos modos, creemos que de una forma u otra todo va a encarrilarse", apunta Roberto Guercetti , presidente de la firma. Y ese optimismo nace de la idea de construir un emprendimiento para ser parte de la ganadería por varias décadas.
El otro desafío tiene que ver con la situación en que se encuentra la producción de materias primas. En la elaboración de alimentos balanceados intervienen cereales, oleaginosas, pellets y minerales, pero en el futuro habrá una gran competencia con la elaboración de biocombustibles. Allí, la posición de la empresa es evitar la exportación de granos como mera materia prima e instar a que se construyan cadenas de agregado de valor, industrializándolos. Y en eso Conecar se asigna un rol determinante.
También hay puestas ciertas expectativas en la posibilidad de exportar productos de nutrición animal a otros países, y si bien puede madurar esta opción en 2009, desde la empresa señalaron que las tratativas ya están encaminadas.
La planta central, ubicada en Carcarañá, de donde es oriunda la familia Guercetti, produce unas 60 mil toneladas anuales y la nueva fábrica aportará otras 120 mil, con los que se triplicará el volumen actual de balanceados.