“Sólo por prudencia no haré una manifestación pública de lo que pienso, y no importa lo que yo piense sino lo que piensa la sociedad”, expresó ayer el concejal Carlos De Falco, al ser consultado por EL DIARIO sobre la instancia legislativa en que se encuentra el proyecto presentado por el edil Carlos Andrada sobre la unión civil de personas.
Esta semana, en Comisión de Acuerdos, los legisladores locales recibieron a miembros de la comunidad homosexual, en el marco de conversaciones que mantienen con diferentes sectores de la sociedad para analizar la polémica iniciativa.
Consultado por este matutino sobre si existe consenso para la aprobación de la norma, De Falco explicó que “si uno confunde a este proyecto con una unión civil entre personas del mismo sexo, la cuestión está dividida, pero si se explica a la ciudadanía que se refiere a unión tanto de heterosexuales como de homosexuales, que no tiene efecto en el Código Civil y que no va en contra de nadie, las cosas cambian”.
El letrado se preguntó en qué puede cambiar la sanción de esta ordenanza. “¿A quién va a afectar? Quizás la conciencia de alguien, pero a mí no me cambia mi calidad de católico”, confesó, deslizando implícitamente que está de acuerdo con esta propuesta.
“Los concejales tienen libertad de conciencia, cada uno puede adoptar la postura que quiera, porque ésta es una cuestión que tiene sus aristas religiosas”, admitió.

@ El papel de la Iglesia

Cuando este cronista le preguntó si hubo reuniones con representantes de la Iglesia, lo negó, pero adelantó que “los convocaremos, así como llamaremos a todos”. “El que quiera dar su parecer, será escuchado, e incluso celebraremos una audiencia pública, a pesar de que la Carta Orgánica no lo exige. Es que la democracia, además de participativa, es representativa”, subrayó.
De Falco negó de manera terminante que hayan existido presiones de parte de la Iglesia para que los legisladores no avalen la proposición de Andrada, como indican algunas versiones.
“Jamás las hubo, ni a favor ni en contra, por lo menos a mí no me llegaron. Y yo soy un muchacho grande, a mí nadie me va a presionar porque tengo mis convicciones. No creo en las presiones, creo en la buena intención de la gente”, manifestó.
El presidente de la bancada Unión por Córdoba-Partido Justicialista resaltó que antes de esta iniciativa “ya veníamos trabajando en el tema, e incluso en la Universidad Popular hay un programa de integración de las minorías sexuales. No es un tema que nos es ajeno”.
“Creemos que es bueno escuchar a todos los ciudadanos, la democracia debe ser representantiva y ahora hay un fallo muy interesante en la Capital Federal que es digno de lectura”, dijo en referencia a la sentencia que autorizó el matrimonio entre personas del mismo sexo.
“Yo soy católico, pero también un hombre de derecho y estoy legislando para todos, creo sinceramente que este proyecto no le hace mal a nadie”, concluyó De Falco.