Sobre violencia
y violentos

Según la Real Academia, violencia es una cualidad de violento. Violento es aquello que se ejecuta contra el modo natural o fuera de razón o justicia.
Sin embargo, creo que hay también otro tipo de violencia, escondida, tal vez involuntaria, que no se manifiesta mediante actitudes vandálicas.
Por ejemplo, me parece que hay violencia cuando desde un programa de entretenimiento por TV imitan, ridiculizan o ironizan sobre personas pertenecientes al espectro político.
Más aún, en un país sin memoria que no quiere aprender a caminar en democracia, como el nuestro.
Es una incitación a la violencia cuando desde templos y lujosos altares se asegura que “la pobreza es una vergüenza”.
Hay violencia cuando se televizan almuerzos con desfiles de modelos sofisticados y menú sibarita, donde se escandalizan por la cantidad de niños que mueren de hambre. La incoherencia es también una forma de violencia.
Los diarios, revistas, noticieros de radio, TV, programas de chimentos o de corte político no escapan a las reglas de la violencia cuando muestran y debaten una y otra vez sobre los exabruptos de famosos como “El que mata debe morir”, “Odio a la puta oligarquía”, “Que la mamen”, entendiendo que para algunos “matar” es excelente; “odiar” es malo, y “mamar” es una pésima grosería de “negros”. Y qué decir de las noticias fabricadas, fotos y vídeos truchos, y en el mismo lodo todos manoseados.
Me parece que hay violencia cuando en TV se apela a las lágrimas de todo ser humano, niño o adulto, para mostrar una realidad que nadie ignora desde siempre, como el hambre, la pobreza, el olvido…desde siempre.
Hay violencia oculta y manifiesta creciendo en nuestro confundido país, donde ahora reina la inseguridad y el dolor de tantos.
¿Qué habrá o quiénes estarán detrás de esos niños delincuentes que matan a mansalva?
¿Qué intereses pueden promover la división y hasta el odio entre argentinos?
Hay un refrán que dice: “Divide y reinarás”. ¿Quién quiere reinar?
¿Será el oficialismo atentando contra sí mismo?
¿Será la oposición que no quiere, no sabe o no puede esperar hasta 2011?
¿Será Mandinga?
Hay un clamor por seguridad. El ciudadano quiere y debe sentirse seguro.
Pero no debemos olvidar que “a Seguro, se lo llevaron preso”.
Cecilia M. Trotta
DNI 3707462

Fomentar la
lectura

“El descenso de los hábitos de lectura de un pueblo implica un auténtico retroceso mental de la sociedad. Disminuye su imaginación creadora, su inteligencia y su sensibilidad”. La frase es de Ibáñez Langloise, un poeta chileno con el que estoy totalmente de acuerdo. Como educador constato que los alumnos aficionados a leer encuentran menos dificultades en sus estudios, sacan mejores notas y suelen ser más maduros. Es lógico, la lectura mejora la ortografía, el vocabulario, la expresión escrita y la oral, proporciona cultura y ayuda a pensar. Y quien piensa es capaz de interiorizar valores.
Además puede contribuir al conocimiento de la verdad, la consecución del bien y a la apreciación de la belleza, todo lo cual nos ayuda a perfeccionarnos como seres humanos. Por otro lado la lectura es el mejor antídoto contra el aburrimiento, pues no se necesita de los demás para pasarlo bien. Uno de los retos más apasionantes que tenemos los padres y los educadores es el de fomentar la lectura en nuestros hijos y alumnos. ¿Cómo? Leyendo más nosotros mismos, es el ejemplo el que arrastra, pues sólo se transmite lo que se vive.
Freddy G. Bru
Foro Independiente de Opinión

Inconsciencia

El 19 de noviembre, siendo las 12.15, circulaba en automóvil por la calle Dorrego hacia Roca en barrio Santa Ana.
De repente, aparece una moto blanca a contramano por calle Roca conducida por un periodista de esta ciudad que vive en dicho barrio, acompañado por dos criaturas.
Por supuesto, tanto el motociclista como los niños no tenían ningún tipo de medida de seguridad (casco).
La moto y sus ocupantes, circuló dos cuadras a contramano.
Este señor, padre de familia... ¿pensó por un momento la imprudencia que estaba cometiendo? ¿Pensó que llevaba dos criaturas con él en moto?
Este señor, ¿así demuestra a sus hijos la forma de cómo conducirse en las calles? Después comentamos que la juventud es imprudente sin preguntarnos qué ejemplos tienen.
Por lo sorprendida e impotente, no pude detener la marcha para poder decirle por lo menos una mala palabra para que reflexionara sobre lo que estaba haciendo.
Me pregunto: ¿necesitamos pasar por una desgracia para aprender a tener un poco de conciencia?
L.B.
DNI: 14943212