Escribe: Héctor Cavagliato
(Especial para EL DIARIO)

La velada se desarrolló el sábado por la noche y en la vieja e histórica casona de la calle Deán Funes, cuna de la familia Moreno desde don Manuel Modesto hasta sus descendientes de hoy y donde tuvo su origen el popular Festival del Vino y la Amistad (evento que se reeditara en octubre en el club 9 de Julio). Allí fueron convocados bajo el manto del Ateneo La Posta por Carlota Molina, esposa del recordado "Chiquín", todos aquellos que dejaron su marca en la cultura folclórica, poética, artística, costumbrista y todo lo que se relaciona con la tradición que construyeron esa "Patria chica".
Allí estaban muchos de los invitados y otros que no lo hicieron por estar muy lejos o por cumplir con actividades que tienen que ver con sus especialidades. Entre ellos José Luis "Pucho" Ponce, integrante y bajista de Los Tekis, Oscar y Héctor Clavero, Chango Juárez y otros ilustres ausentes.
Guitarras, armónicas, bandoneones, cuadros de danzas nativas, historiadores y distintas voces llenaron el pintoresco recinto. Entre los presentes se contaba a Roberto Santos Barrera, sobreviviente de Los Haravecos, el conjunto que integrara el inolvidable Choni Casas. También se sumaron el bandoneonista Roberto Altamirano, el humorista Sergio Ponce (con su personaje de "El gaucho Tolosa"), además del creador del logo del Festival y del primer escenario y escenografía, entre otros intérpretes. Un momento de raíces auténticas lo brindó Hilario, el jujeño de la Puna que ya es un hijo adoptivo de Villa Nueva.
Al final se deslizó una promesa a cumplir: prepararse para el Bicentenario y hacer una fiesta grande, tanto como el amor al terruño villanovense que alimentó esa noche inolvidable. Por entonces no faltarán los nombrados, así como Los Guanchaqueños, La Querencia, Galopando Recuerdos, Juan Agüero, Chango Herrera, Claudio Clavero, Ana María Cabrera, Escuela Argentina de Declamación y Danzas, Agrupación Folclórica Nuevo Horizonte, Agrupaciones Gauchas, José Alberto Medina, Alicia Gorno, Chiquito Bringas, Carlos Negro y el recuerdo de Marité Gorno.


Festival del Vino y la Amistad (*)

Bendito racimo de
morado jugo
que el hombre
en su trabajo te sacó
allí estás, en la madera
que te añeja
en el fino cristal con
que te sirven
sobre elegante mesa,
pero estás también
en el vaso del humilde
que busca en ti
el alivio a sus pesares.
Sos amigo del
que sufre soledad,
dolor o impotencia.
Allí estás; eres señor
de todas las noches;
allí estás para dar
suave calor a las bocas
y a los labios que besan
a la muchacha
enamorada.
Por eso, hermano,
esta noche
quiero hacer la invocación
que el amor se haga
canción
que todo el mundo
derroche,
que así pongamos el broche
a toda esta absurda lucha,
si la miseria ya es mucha
a qué agregarle el dolor.
Enterremos el rencor,
el futuro nos escucha.


(*) En tributo a los que realizaron el tradicional evento