En Córdoba, dejó de existir ayer una de las pioneras de ALPI, Miriam “Titi” Cisilino de Rosa. Si bien, hacía varios días que se encontraba internada por un problema cardíaco, su fallecimiento sorprendió a quienes durante años compartieron su lucha en aras de los chicos afectados de poliomielitis.
“ALPI hoy cierra sus puertas. Murió una compañera con valor, entereza, no escatimó ningún esfuerzo para lo que hoy es la sede de la institución de Mendoza y Pasteur, inaugurada en 1973”. Las palabras salieron del corazón de Rosa Cámpora y las integrantes de la comisión Directiva.
Titi ya no está pero su luz seguirá siempre guiando el camino de la solidaridad.
“Ella con sus compañeras iban casa por casa a buscar a los niños para la rehabilitación, los traían en su propio auto ya que no había ambulancias para trasladar a tantos enfermos”.
Años de trabajo solidario. Años de esfuerzo. Sus compañeras recuerdan que “Titi y otras pioneras fueron las encargadas de distribuir las vacunas para la erradicación de la enfermedad. En ALPI funcionaba el vacunatorio”.
Querida por su capacidad de gestión, presidenta de la institución desde 1968 a 1975 y desde 1978 a 1984.
“Desde 1970 empezó a ir de despacho en despacho tramitando un subsidio para comprar la sede actual”, cuenta Cámpora.
Las personas que han trabajado y trabajan por ALPI aseguran que “nunca conocieron a nadie que le dijera ‘no’ a Titi. Ella siempre les decía a los médicos y empresas que ALPI es de todos, deben contribuir y así consiguió muchos adherentes”.

Las anécdotas

Las anécdotas estuvieron presentes en los recuerdos de las amigas de Titi. “Cuando iban a buscar a los chicos para rehabilitar, más de una vez un perro las sacaba corriendo. Pero no se intimidaban, no se iban hasta que se llevaban al niño”.
“En uno de los tantos eventos que hicieron para mantener la institución organizaron un baile en Villa Fiusa. Tuvo tanto éxito, había tanta gente que no se podía caminar. Titi perdió un zapato y renga y todo hizo de mozo.”
Lágrimas por la pérdida, sonrisas por una vida que dejó tantos ejemplos.

El adiós

Las integrantes de la comisión Directiva de ALPI quisieron dejar su mensaje final.
“Gracias, Titi, gracias por lo que nos diste. Para los que quedamos son un ejemplo de lucha. Hoy te queremos recordar alegre y pedirle a Dios que de allá nos guíes para seguir adelante.
Por eso hoy, toda nuestra comunidad está de luto. Gracias amiga, gracias fiel compañera.”