Se estima que un 30% de la población consume drogas y un 70% tiene problemas con el consumo de alcohol, destacó ayer la directora de la “Casa Esperanza” de Villa María, Verónica Valentín, en diálogo con EL DIARIO.
Las cifras se dieron en el marco de una charla sobre el acto de graduación que tendrá lugar esta noche a las 21 en el Salón Parroquial, vecino a la Iglesia Catedral, en la primera cuadra de calle Estados Unidos. Antes, a las 20, habrá una misa en el mayor templo de la ciudad.
Cinco chicos, el récord desde que está esta entidad en Villa María -hace diez años- se gradúan. Precisamente, el alto número evidencia un crecimiento en las adicciones.
Valentín explicó que 49 personas egresaron en el acto general realizado el pasado 31 de octubre en la casa central de Cañada de Gómez, pertenecientes a todos los centros de la Asociación Nazareth.
Como muchos familiares no pudieron viajar al evento central, cada casa organiza su ceremonia.
Quienes egresan en la ciudad son cuatro hombres y una mujer, de 19, 21, 22, 28 y 31 años. Cuatro de ellos permanecieron un año en la etapa intensiva y ahora pasan a la fase de reinserción. La quinta persona no logró el año pasado superar la primera parte, pero ahora firmó el alta.
La “reinserción” se extiende un año y es obligatoria. Valentín apuntó que durante la fase se evalúa el proyecto vital, las dificultades en ámbitos familiares y con el estudio, “se los contiene mucho pero hay un desprendimiento institucional y vienen menos tiempo”.
El alta supervisada, en tanto, tiene dos años de duración.
De los cinco, dos estuvieron internados y luego pasaron al hospital de día, uno hizo un tratamiento ambulatorio y dos necesitaron doble jornada de hospital de día y luego jornada simple.
La titular de la casa señaló que la intensidad del tratamiento tiene que ver con el uso, el abuso y la dependencia de drogas.
Ante una pregunta, indicó que “en los últimos años no existe consumo de una sola droga” sino de muchas y subrayó que el alcohol permanece presente en casi todas las circunstancias. No obstante, advirtió que en Villa María no ha habido altos índices de dependencia de alcohol.

s Más que nunca

“En años anteriores, egresaban una o dos personas”, recordó Valentín.
Por eso, el número de egresados de 2009 es un récord. “Ellos han hecho casi todo el tratamiento en esta localidad”, agregó la directora.
La sede local funciona en calle Estados Unidos desde hace tres años, pero hace una década que está en la Villa.
Valentín estimó, ante la consulta periodística, que en 2010 puede duplicarse o triplicarse la cantidad de egresados, “porque ha aumentado, este año, abruptamente la población” del centro asistencial.
En cuanto al abandono del tratamiento, los índices de 2009 llegan al 35%.
La profesional advirtió que la deserción se produce cuando ya han logrado más de la mitad de la propuesta terapéutica y eso “los lleva a pensar que no vuelven a las drogas”. “Quieren probar si pueden... son abandonos voluntarios”, destacó.
“Al tiempo regresan a esta casa. Ocho de cada diez, vuelven”, añadió.
Valentín dijo que lo novedoso del programa es que ahora, desde el inicio, se contemplan las eventuales recaídas tras el egreso, preparando al paciente a darse cuenta de la situación.
El acto de hoy, claramente, será emotivo y no es abierto al público en general, pero fue invitado el intendente y los medios de prensa.
Cabe consignar que el equipo técnico está compuesto, entre otros, por varios psicólogos, un psiquiatra, trabajadores sociales, profesor de Educación Física, de teatro y voluntarios.