“Si alguien hubiera cuestionado mi trabajo, lo entendería. Pero así como se dio, me siento discriminado”, dijo Alfredo Sosa, quien hasta fines de setiembre de este año se desempeñó como titular de la delegación Villa María de la Secretaría de Trabajo.
Al alejarse, Sosa había señalado a EL DIARIO que por una parte, tuvo una férrea oposición de la CGT y por la otra, de los referentes políticos del Gobierno provincial en esta ciudad, como son el legislador Marcelo Frossasco y el secretario de Ambiente Raúl Costa.
Este último funcionario, declaró -también a este medio- que el alejamiento del delegado de Trabajo tenía su lógica en que Alfredo Sosa estaba en la estructura del Gobierno provincial, pero respondía políticamente al intendente de Villa María Eduardo Accastello. “Debería haber imaginado lo que le iba a pasar”, dijo Costa en esa oportunidad.
Con esa afirmación, más los volantes en los que el responsable de Ambiente de la Provincia aparece como candidato a intendente para el año 2011, Sosa supo que “todo el problema conmigo tenía que ver con la política partidaria. Creo que por la función que cumplo, no soy un alto jerárquico como son los ministros, secretarios o directores y por lo tanto, me deben considerar como un empleado de la provincia que no puede estar sujeto a los vaivenes partidarios”, dijo.
“Sería ridículo que negara mi afinidad con Accastello, pero eso no es motivo para que te aparten de un trabajo”, agregó.
La denuncia ante el INADI fue presentada recientemente y está dirigida contra Costa y además, promueve que le pidan explicaciones a Omar Sereno, secretario de Trabajo de la provincia y a Frossasco.

La historia

Sosa fue designado al frente de la delegación de Trabajo en agosto de 2005, cuando Accastello era ministro de Gobierno y había armonía entre el actual intendente y el Gobierno provincial.
A poco de andar, recibió información -y documentación- de que había dirigentes gremiales e inspectores percibiendo “coimas”, por lo que actuó sancionando a los empleados a su cargo. “A partir de allí, fue muy dura la relación con la CGT. Incluso, tuve un pedido anterior de apartamiento, pero me reinstalaron enseguida”.
Lo peor se dio en el contexto electoral del 28 de junio de 2008, cuando el Gobierno provincial tenía un candidato (Eduardo Mondino) y Accastello se presentaba por otra estructura.
Según dice el texto presentado ante el INADI, todos los empleados de la Provincia empezaron a recibir un mail en el que le daban instructivos sobre cómo votar para Mondino en las encuestas previas que hacía Cadena 3 y La Voz del Interior. “Me recriminaron que yo no participé en esas cosas. Tampoco quise ser fiscal y por eso no me extraña que hoy esté al frente de la delegación una de las personas que trabajó para Costa”, en referencia a Ignacio Venencia.
Cabe señalar que si bien la notificación de su apartamiento la recibió el 28 de setiembre, en realidad fue dado de baja “el 30 de junio, es decir, dos días después de las elecciones”.
“Yo voy a defender mi posición, porque no creo que se pueda discriminar a alguien por su color, su raza ni por sus ideas políticas. Trabajamos en mi área con respeto a todas las ideologías y es el mismo respeto que exijo para mí”, concluyó Sosa.