La sorpresa total invadió, durante las primeras horas de la mañana de ayer, a directivos y empleados de la Cooperativa Tambera de James Craik cuando constataron que durante el pasado fin de semana los ladrones ingresaron a la oficina administrativa, violentaron la caja fuerte y se apoderaron de todo el efectivo que se guardaba en ella.
El hecho fue denunciado de inmediato por las autoridades de la institución que preside José Luis Volando y, desde entonces, comenzaron las pericias y las averiguaciones en procura de esclarecer el ilícito.

El hecho

De acuerdo a los datos recogidos por EL DIARIO, el robo habría sido perpetrado durante la madrugada del último sábado.
Los vestigios que produjeron los delincuentes permiten suponer que ingresaron por la parte posterior del edificio situado en calle Intendente Moya 162, a pocos metros de bulevar San Martín, precisamente “a la vuelta” de donde se encuentran la sede de la Comisaría y la sucursal del Banco de la Provincia de Córdoba, en la banda sur de la mencionada localidad.
Los ladrones escalaron o treparon hasta la planta superior, siempre por la parte de atrás del edificio, desactivaron el sistema de alarma, forzaron una puerta con doble cerradura de la planta alta, accedieron al interior de la oficina administrativa y se dirigieron hasta la caja fuerte empotrada en la mampostería.
Todos los datos indican que los cacos utilizaron una amoladora para violentar la caja de caudales y, una vez que lo lograron, se apropiaron de la totalidad del dinero en efectivo, cuyo monto sería superior a los 26 mil pesos.

Cheques, no; bonos, sí

Sin embargo, los maleantes no quisieron correr mayores riesgos o no se percataron de que en el interior de la caja fuerte también había una cantidad no precisada de cheques que, en total, rondaría una voluminosa cifra, considerablemente mayor al botín en efectivo que, en definitiva, se llevaron.
Una fuente estimó, en tal sentido, que los valores, muchos de ellos librados al portador, alcanzarían una cifra de “cientos de miles de pesos” que los furtivos, por alguna razón, los dejaron en la caja violentada.
En cambio, junto al efectivo en papel y monedas, los malvivientes también “embolsaron” bonos de la cooperativa (tipo tickets), equivalentes a un cifra cercana a los seis mil pesos.

Escenario propicio

Las fuentes consultadas consideraron que el accionar de los ladrones se vio favorecido porque, “en las inmediaciones prácticamente no residen familias”.
Junto a la oficina administrativa de la Cooperativa se halla el supermercado, una mueblería, una ferretería y galpones en los que, durante los fines de semana, no hay residentes, aun cuando existe vigilancia externa que, por supuesto, nada pudo detectar toda vez que la llamativamente prolija operación delictiva se concretó desde el patio o los fondos de la propiedad.
Por lo apuntado, a lo que se suma la desconexión de la alarma, los sujetos “trabajaron” sin apremios, al punto que algunas fuentes calcularon que, por la acción desplegada, habrían permanecido alrededor de dos horas en el interior de la sede de la Cooperativa craikquense.

El tercer caso

El golpe perpetrado contra la Cooperativa Tambera de James Craik es el tercer hecho delictuoso de similares características que ocurrió en la región durante el último mes.
Los robos anteriores, consumados en Oliva y Hernando, guardan similitudes con el acaecido durante el pasado fin de semana.
En todos los casos, el “apetito” de los ladrones se ciñó en las cajas de caudales, las que fueron violentadas mediante el uso de amoladoras (o, tal vez, de una misma y única herramienta).
Por otro lado, este fue el segundo golpe de importancia asestado por los delincuentes en James Craik, dado que en junio de este año, poco antes de la celebración del Día del Padre, también se registró otro hecho similar, por el que después fueron detenidos individuos radicados en Villa Nueva y Villa María.
La Policía, en tanto, ya trabaja para dar con el paradero de los ilegales, que serían “bastante más que un par de pájaros”.
Por otra parte, el pasado fin de semana no hubo demasiados motivos de atracción en esa localidad que atraviesa la ruta nacional 9, con excepción “de un cumpleaños de quince”.
Sin embargo, no habría pasado inadvertida la presencia de desconocidos en una pequeña comunidad “donde nos conocemos todos”.