Roberto Saporiti se alejó ayer de la dirección técnica de Talleres, de Córdoba, tal como se preveía luego de la derrota del último domingo como local ante Juventud Antoniana, de Salta, que marginó al equipo de la fase final del Torneo Argentino A de fútbol.
El entrenador renunció ayer por la mañana y expresó que se iba tranquilo con su coherencia y que es responsable por no avanzar a la Fase Eliminatoria, luego de finalizar en la cuarta posición de la Zona 3 del Apertura del Torneo Argentino A.
“Soy el responsable. Talleres tiene que apuntar ciento por ciento a lo deportivo. Los que creen que lo judicial está por encima de eso, están totalmente equivocados. Lo mío es darle la derecha al club en lo que siempre pensé. No me voy a poner a debatir, afirmó el técnico a poco de abandonar su cargo.
“Me voy tranquilo con mi coherencia. Quiero oxigenar y que venga otro cuerpo técnico”, le dijo el entrenador a los periodistas, agregando que éste era el final de su carrera, poniendo fin a más de 30 años en la actividad dirigiendo a varios equipos, tanto de Argentina como del exterior.
Entre los nombres que más sonaron, como remplazantes del renunciante entrenador figuran los de Ricardo Caruso Lombardi, Gustavo Coleoni y el ex Alumni, Héctor Arzubialde, aunque estos dos últimos están ocupados actualmente, por lo que sería muy difícil que llegaran.
Coleoni conduce los destinos de Juventud Antoniana, en la fase final, y aún sueña con ascender, más allá que surgió de Talleres y es hincha de esta entidad cordobesa.
Arzubialde jugó y dirigió en Talleres, por lo que dijo que su intención es volver algún día; no obstante, por ahora tiene un compromiso asumido en Gimnasia de Jujuy, en el torneo de la B Nacional.
En fuentes de la actual conducción del club cordobés trascendió que entre seis a ocho jugadores quedarán desafectados del plantel albiazul, lo que le permitirá reducir el presupuesto para el torneo Clausura que se iniciará el 17 de enero de 2010.
Talleres mueve por mes alrededor de 650 mil pesos, de los cuales 400 mil están destinados al plantel. De hecho, entre Saporiti y el capitán Federico Lussenhoff, la institución cordobesa abonaba casi el mismo monto del presupuesto mensual que maneja para todo el club Alumni, representante del fútbol villamariense.
Más allá de esto, actualmente Talleres se encuentra envuelto en una complicada situación judicial, a raíz de su difícil composición financiera.
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