“Cuando me pusieron en la celda tuve mucho miedo... Pensé, va a venir otra vez y me va a volver a pegar”, refirió Emilia Ansaldi, de 24 años, quien trabaja en una empresa de la ciudad y denunció que fue víctima de agresiones por parte de un policía cuando se opuso a que le secuestraran su moto en un control de tránsito en la costanera.

@Los papeles

El relato de la joven retrotrajo la situación al domingo pasado, minutos después de las 17, en la costanera, frente al Polideportivo.
Todo empezó, según sus palabras, “cuando estaba con la moto estacionada en la costanera, cerca de (la casilla) donde venden churros. Vino una agente de Tránsito que me preguntó si la moto era mía y después me pidió los papeles”.
“Le doy la tarjeta verde, el carné de conducir y también el recibo del seguro. Los mira y me dice: ‘Vas a tener que bajarte de la moto porque te la vamos a secuestrar porque el seguro está vencido”, contó Ansaldi.
Y prosiguió: “Es cierto, el recibo que le mostré estaba vencido, pero le dije que esperara y me permitiera encontrar el recibo nuevo que llevaba conmigo”.
“Pero no me dejó e insistió que tenía que dejar la moto”, por lo que “yo le dije que a la moto no se la iba a entregar”, apuntó Ansaldi.

@El policía

Fue entonces que “llegan dos policías, un hombre y una mujer para hacerme bajar de la moto”, dijo la denunciante.
“Vi que me sacaron la llave y el policía me empujó y me agarró acá (señalando la parte posterior de su cuello) y me hizo caer al suelo”, precisó la mujer.
“Me puso la mano encima, me agredió, mientras la policía-mujer miraba, pero no hizo nada”, expresó indignada la chica.
Y continuó el relato: “Yo no quería que me llevaran a la Policía. ¿Por qué me tenían que llevar...? Yo no hice nada”.
“Cuando me metieron en el móvil otra vez el tipo (el policía) me empujó la cabeza hacia adelante y me hizo golpear lastimándome la frente”, indicó Ansaldi, al tiempo que mostraba el lugar donde resultó herida.
“Pero no sólo eso -añadió-, también decían ante toda la gente que yo estaba drogada y otras barbaridades.”

@Detenida

El domingo, al atardecer, la Unidad Departamental proporcionó a la prensa la versión oficial sobre lo que tituló como “aprehensión por entorpecimiento y resistencia a la autoridad”, aunque a renglón seguido se reconoce que no fue un traslado por una infracción al Código de Faltas, sino como “supuesta autora del delito” antes mencionado, al punto que fue puesta “a disposición del fiscal de Instrucción de Turno”.
Y allí fue Emilia, quien también recordó detalle por detalle lo que vivió en la sede policial.
“Me hicieron sacar el anillo, los cordones, todo... y me dejaron ahí incomunicada”, relató, a la vez que confió que “cuando me pusieron en la celda tuve mucho miedo... Pensé, va a venir otra vez y me va a volver a pegar”, en referencia al policía que la forzó a bajar de la moto.
Fue en este momento que la joven recordó que “la que estaba allí era la policía-mujer, quien antes de irse, cuando estaba sola conmigo, me dijo: ‘Yo no te hice nada, ¿no...?’. Después se fue”.
Mencionó también que le llevaron comida, que la cambiaron de lugar, que estuvo el médico policial, pero que nunca pudo hablar con un familiar ni con un abogado.
Ya era de noche cuando fue dejada en libertad, con lesiones en la región lumbar derecha, en los brazos, en la frente y en otras partes del cuerpo, denigrada ante la gente, sumida en el miedo “de volver a encontrarme con el policía que me pegó”, sin la moto y el carné de conducir, “que me lo robaron”.

@Después...

... La historia de siempre: la incomprensión.
“Fui al Hospital para que un médico me revise y certifique las lesiones, pero allí, tal vez porque creyeron que se trataba de un caso de violencia familiar, me dijeron que tenía que hacer la denuncia en la Comisaría de la Mujer”, refirió.
“¿Pero cómo iba a volver a la Policía para hacer la denuncia si fue un policía el que me pegó...?”, dijo sin entender Emilia.

@La moto

Al día siguiente, otra historia: recuperar la moto.
Cuando el lunes concurrió al Juzgado de Faltas para conocer sobre la infracción de la que se la acusaba tuvo otra sorpresa, dado que si algo faltaba era precisamente el acta.
Sin el acta, claro está, no pudo pagar la infracción y, en consecuencia, tampoco retirar la moto.
Lo mismo ocurrió la primera vez que concurrió, al día siguiente, al Juzgado de Faltas, aunque al hacerlo nuevamente minutos más tarde, le confirmaron el ingreso de una declaración testimonial que firman dos agentes de Tránsito.
El mismo día (el martes pasado), Ansaldi denunció ante la Justicia las agresiones que sufrió el domingo.

@Repudio

En tanto, ocasionales transeúntes y concurrentes a la costanera, “filmaron, sacaron fotos e insultaban a todos quienes nos encontrábamos en dicho procedimiento”, revelaron las agentes de Tránsito y según se desprende del informe que las funcionarias elevaron al juez de Faltas.
Precisamente, también se trasladó a la sede Policial a quienes registraron fotográficamente los hechos.
Algunas de las imágenes fueron proporcionadas a EL DIARIO con pedido de publicación, a la vez que los testigos directos expresaron su indignación por el accionar policial, al que calificaron como “un abuso” en perjuicio de la joven motociclista.