“Todo esto lo hizo él” aseguraba el primer taxista con el que pude hablar de política en la zona fronteriza de Yacuiba. Con el dedo señalaba la autovía, mientras se refería al presidente de su país, Evo Morales. A dos días de las elecciones presidenciales, la sociedad boliviana se muestra muy politizada con posiciones claras y extremas. Para uno Evo es casi un Cristo Redentor, para otros es un terrorista, asesino y dictador. La percepción que se tiene sobre el Gobierno central va cambiando a medida que nos acercamos a la denominada “Medialuna” integrada por la región de oriente, la mas rica del país. El segundo taxi que tomé, ya en Santa Cruz de las Sierra, acusaba el cambio de clima: “El nos discrimina, no nos quiere y sólo gobierna para su gente, para los collas”.
Ese mismo día, miércoles por la tarde, el presidente Evo Morales hizo el acto de cierre de campaña en uno de los puntos más hostiles del país, Santa Cruz de la Sierra. Los medios locales no informaron en todo el día de la presencia del mandatario, pero igualmente se llevó adelante un multitudinario acto en el Parque Urbano donde el Movimiento Al Socialismo presentó a todos sus candidatos. “Soy un soldado del comandante Evo Morales”, aseguró el candidato a senador por Santa Cruz, Isaac Avalos.
Movimientos sociales, agrupaciones indigenistas, sindicatos de trabajadores y agrupaciones de estudiantes estuvieron copando el lugar desde las 16. Morales cerró el acto ya de noche y en medio de una lluvia torrencial a la que calificó de “buen augurio que nos anuncia el triunfo, compañeros”.
Durante el acto, el vicepresidente y candidato Alvaro García Linera aclaró que no pretenden abolir la propiedad privada, que respetaran a todas las religiones y llamó al empresariado a sumarse al cambio. En su discurso, y con la voz muy perjudicada, Evo Morales enumeró las obras a futuro que el Estado nacional llevará adelante con recursos frutos de la nacionalización de los hidrocarburos y destacó algunos puntos de su gestión.

Voces en la marcha

Los ponchos Rojos son reservistas collas de la región de andina de Omasuyos. Se dice que conforman una milicia armada que tiene por objetivo defender la integridad territorial de Bolivia. Pudimos dialogar con el presidente de esta agrupación en Santa Cruz, Lino Villca durante el acto de cierre de campaña. “Acompañamos esta lucha, pacífica y revolucionaria que estamos dando en forma democrática. Somos guardianes del proceso de cambio, tenemos una trayectoria de luchas con muertos y heridos. Todos nosotros nos debemos al presidente Evo Morales, porque aquí se han hecho muchas cosas a favor de la clase más empobrecida.”

El abogado Orlando Velásquez tiene 36 años y preside la Organización Chiriguano, que toma el nombre de una etnia guaraní. Está integrada por jóvenes trabajadores, estudiantes y profesionales. Desde lustradores de botas, conductores de colectivos, heladeros o médicos. Realizan cursos de perfeccionamiento profesional y articulan demandas en común de este sector de la economía activa. Velásquez niega que Santa Cruz sea una zona opositora por excelencia: “Eso era hace cuatro años cuando apenas comenzamos a trabajar aquí. Ahora vemos que los jóvenes de clase media baja se incorporan a trabajar socialmente porque quieren un buen futuro, salir de la pobreza, por eso se incluyen al proceso de cambio. Las clases medias altas no se suman simplemente por que están contentos así”, concluyó.

La ciudadanía boliviana elegirá el domingo autoridades nacionales y congresistas. Todos los analistas y encuestas privadas señalan como ganador en la general al actual presidente Evo Morales, con un 45% de intención de voto, mientras que en los departamentos de Beni, Pando y Santa Cruz el actual presidente perdería frente al candidato de derecha, Manfred Freyes Villa.
Ayer por la tarde se realizaba el cierre de campaña de Manfred Villa, también en Santa Cruz. Las calles de esta gran urbe de un millón y medio de habitantes se agitan durante todo el día en medio de un tránsito congestionado y desorganizado. La ciudad está divida en anillos de urbanización donde conviven las mansiones de lujos, los autos importados y las construcciones coloniales y el empedrado. De la misma manera en las calles de la ciudad caminan los collas con sus niños a la espalda y la cultura globalizada. La plaza central, denominada "24 de Septiembre", será la cita de la principal fuerza opositora al Gobierno nacional. Allí las apreciaciones que podremos reportar serán seguramente muy distintas.