@ SÍ A LA UNIÓN CIVIL
Si hay algo que se le debe reconocer a la iglesia es su capacidad para intentar conculcar los derechos de los seres humanos. Sin importar si se trata del Siglo XV o del XXI, la iglesia parece estar siempre a contramano de la historia, moviendo sus hilos para intentar frenar el avance de la humanidad hacia el inexorable estado de bienestar e igualdad que nos merecemos.
Intentar negarle a la comunidad homosexual el derecho a convivir legalmente y con todas las garantías, dentro de un marco de igualdad para con el resto de las parejas, es intentar avasallar un derecho, que por obvio, parece absurdo que tengamos que detenernos en esta discusión.
Apelando a una diatriba hiriente y descalificadora, como lo refleja la edición de EL DIARIO del jueves 3 de diciembre, el padre Ariel Manavella apela a “razones” de carácter “psicológicas”, a “principios antropológicos” y a la “naturaleza humana” para intentar frenar lo que la civilización ya entiende como una verdad indiscutible: el derecho a la orientación sexual.
¿Acaso con similares “argumentos científicos” no fue excomulgado Galileo cuando tuvo la osadía de sostener que la Tierra giraba alrededor del Sol y no a la inversa?
Cuando el padre Manavella habla de proceder “sin apuros”, “sin presiones sectoriales y sin ideologías” y actuando dentro de “leyes naturales”, ¿no es lo mismo que el obispo Lué y Riega les sermoneaba a los patriotas Castelli, Moreno y Belgrano, entre otros, para tratar de no romper con la dominación española en estas tierras? Si aquellos patriotas hubiesen actuado según los términos de la Iglesia rioplatense de 1810 hoy no seríamos argentinos.
O para ser más contemporáneos ¿podemos considerar a Von Wenich como un guía ético para nuestros procederes?
¿No sostenía la Iglesia que no se debía legalizar el divorcio en la Argentina para evitar así una escalada de separaciones, sin importarles si nacían niños producto de uniones non santa entre padres “juntados”?
Y hablando de caminos morales, plenos y ricos para la vida: ¿usted dejaría un hijo al cuidado del cura Grassi? Yo no.
Por eso, así como EL DIARIO dice: “La iglesia dijo no a la unión civil”, yo le quiero decir: sí a la unión civil.
Y le quiero decir sí a la igualdad.
Y por eso quiero instar a los legisladores municipales, que al momento de votar la unión civil, actúen concordantemente con los sagrados designios de Castelli, Moreno y Belgrano y no con los del obispo Lué.
Enrique Cal
DNI 16495119
@ CIUDAD LIMPIA
Así tendremos una ciudad bella, con muchas plazas, llenas de flores y fuentes con aguas transparentes, danzantes, pero que esté limpia.
Que cada uno de nosotros se comprometa a cuidarla no arrojando en la vía pública papeles y desperdicios, esto comienza en casa.
Lo que sucede no es culpa de los gobernantes, es nuestra.
Si todos ponemos nuestro granito de arena, no arrojando nada... ¡Sabés que hermoso sería vivir en una ciudad bella, pero limpia!
Juana Estela Zappa
4591427
@ AGRADECIMIENTO
En nombre de nuestra familia quisiéramos agradecer al Instituto del Rosario, cuerpo docente, directivos, gabinete psicopedagógico y alumnos por el apoyo incondicional para que nuestra hija Ayelén llegara a terminar el secundario, ya que por su condición, fue un gran esfuerzo.
A esta Promo 2009 y a 6º C, siempre los llevaremos en nuestro corazón. ¡Mil gracias.
Familia Banchio
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