“Es una chiquilinada política”. Así definió el referente de la CTA Oscar Mengarelli la actitud del Gobierno municipal al conocer que la reunión prevista para ayer, en el marco del conflicto municipal, fue suspendida.
Mengarelli era uno de los interlocutores que la asamblea de trabajadores eligió para sentarse en la Mesa de Negociaciones con el secretario de Gobierno Rafael Sachetto.
La reunión, prevista para la tarde de ayer, disparó una tregua en la tensa relación entre el Ejecutivo y los asambleístas que reclaman el adicional de movilidad para todo el personal.
No obstante, cuando Mengarelli viajaba rumbo a Villa María recibió un llamado informándole que la reunión no se haría.
“Es una equivocación lo que están haciendo, un día llaman al diálogo, al otro día lo levantan. Es una chiquilinada política, hay que ser serios, hay que animarse a dialogar tengan o no tengan soluciones...”, señaló Mengarelli consultado por nuestro matutino.
El sindicalista recordó la intervención del Obispado en la mediación y la buena voluntad que “tuvo la gente al levantar la medida de fuerza”.
“Me pregunto por qué no dan el diálogo, si hay algún sospechoso plan de despidos. Se comprometen con el Obispado, con la asamblea y siempre tienen un pero... Pienso que hay intenciones ocultas”, afirmó.
Mañana vuelven las asambleas y no se descartan nuevas medidas de fuerza.