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La artista de espaldas a una versión libre del plano de la ciudad de Córdoba |
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Una línea sobre un papel puede transformarse, entre otras opciones, en un garabato, un dibujo o en un boceto arquitectónico. La artista Eugenia Elía logró comulgar las tres alternativas en obras conceptuales, figurativas y de extraviado simbolismo que forman parte de la muestra inaugurada el sábado pasado en la galería Los Cuatro Gatos.
La villamariense, actualmente radicada en Unquillo, transformó sus dos pasiones, el arte y la arquitectura, en piezas nacidas de una mancha de tinta o de unas primeras líneas marcadas inconscientemente sobre el temido papel en blanco. Los dibujos, que corresponden a su primera exposición individual de dimensiones, se dividen en: pequeños cuadros, en matrices plasmadas en serigrafía y en un particular damero en blanco y negro. Este último surgió como una reflexión a la dictadura militar con un cuadriculado de caras y siluetas que representarían a los NN (desaparecidos). Esa construcción luego se desvió hacia una visión geográfica: el damero descontracturado se convirtió en un plano de la ciudad de Córdoba y su expansión (de hecho, los cuadros rodeaban el cuarto donde se expuso la obra).
Las demás piezas -en dípticos y trípticos- cuentan con extrañas caras de revista sin ojos pero lagrimeantes, teñidas de rojo y cuyos cuerpos engendran fetos hacia afuera. La autora, sin rubores, señala que "no tienen que ver con algún mensaje subliminal ni nada por el estilo, sólo surgen cuando me pongo a dibujar". En la inauguración amenizaron su hermano, el destacado pianista Eduardo Elía y Martín Dellavédova en saxo.
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