Felicitaciones para AMMA

Por intermedio de El Diario del centro del país, quiero hacer llegar mis felicitaciones a la Asociación Mutual Mercantil Argentina, al haber obtenido la autorización para el tendido del cable de televisión en la ciudad de Villa María.
Sin duda que ello significará un importantísimo impulso a la actividad educacional, capacitacional, cultural, en fin, a todo aquello a que la Mutual se dedica desde hace tantos años, no sólo en lo local, sino en el ámbito provincial cordobés y diversas regiones del país.
La dedicación, el empuje, la creatividad, los logros obtenidos de AMMA, son ejemplos a imitar, proyectándose como entidad señera nacional, hacia la conmemoración del Bicentenario de la Patria.

Alberto Elemir Bonel
DNI 6027364


Sobre la tierra

El derecho es el conjunto de condiciones que permiten a la libertad de cada uno acomodarse a la libertad de todos.
Emmanuel Kant

Acudimos en estos últimos días a una nueva instancia de la tragedia en la que está sumida la sociedad argentina en general y la villamariense en particular.
Hablamos de tragedia porque los hechos que son de público conocimiento son causa y consecuencia de graves violaciones a los derechos individuales y de la comunidad.
Desde lo evidente, se puede hablar de la violación al derecho a la propiedad de quienes son poseedores de las tierras que sufren el intento de usurpación, o de la violación del derecho a la vivienda digna que padecen aquellos que reclaman, simplemente, la posibilidad de poner a sus familias bajo techo.
Pero en esta realidad evidente subyacen muchas otras cuestiones y muchos otros derechos vulnerados; en los cuales radican las verdaderas razones de la situación de tragedia que vive nuestra sociedad en la actualidad.
Los motivos que subyacen son diversos, pero todos tienen un eje común: la irresponsabilidad del Estado.
Así, sobrevienen cosas como que el hecho de que aquellos quienes tienen la responsabilidad de ver y oír a los sectores necesitados no son capaces ni de ver ni de oír lo que ocurre en los barrios, dando lugar a que sucedan cosas como las que se han suscitado estos días.
También tenemos el hecho de que, desde el Gobierno nacional se ha fomentado insistentemente la división de la sociedad y se induce a la población al enfrentamiento entre quienes tienen y quienes no tienen; fomentando el antagonismo antes que la integración.
Sucede además que el Gobierno municipal se empeña en utilizar el mayor flujo de fondos para obras que se recuerde en la concreción de proyectos de escasa utilidad pública; así, tenemos un proyecto de aeropuerto muy costoso a menos de dos horas de una terminal aérea internacional o el techo en el Anfiteatro que será muy bonito, pero nadie vivirá bajo el, por ahora.
A esto se agrega la constante utilización que se hace de los necesitados para asegurar un rédito político desde el sector que fuese.
Hoy tenemos la obligación de brindar una solución urgente a esta situación planteada, pero además debemos asegurar que estos hechos no se reiteren.
Para esto proponemos la reasignación de los fondos para obras públicas proveniente del Estado nacional y que se destinen a la compra de tierras en distintos sectores de la ciudad para conformar un “banco de tierras” heterogéneo, donde se pueda planificar un plan de viviendas o la entrega de lotes a familias interesadas en construir teniendo como alternativas desde lotes sociales que puedan entregarse con mínimo cargo hasta parcelas pagaderas en cuotas para aquellos que requieran otra superficie o ubicación y así con ese retorno poder retroalimentar el sistema.
Si el Estado municipal declara construir un promedio de 100 viviendas anuales con los diferentes planes; la adjudicación de lotes para aquellos interesados en construir podría alcanzar a otras 100 familias más y así resolver el problema a 200 familias por cada año.
De esta forma estaríamos resolviendo lo evidente, garantizando la seguridad jurídica para quienes invierten en la ciudad, respetando el derecho a la vivienda digna para quienes lo necesitan y, fundamentalmente, avanzaríamos un paso en la reconciliación de una sociedad que no se merece estar dividida y mucho menos que la azucen a enfrentarse permanentemente.

Gustavo Bustamante