El maní confitería argentino ya tiene marcado su papel en la futura cosecha. Deberá ratificar su condición de principal proveedor de la demanda mundial, ante la salida del mercado exportador de Estados Unidos y China , dos gigantes con quienes Argentina se repartió en los últimos años los tres lugares del podio internacional.
Con un área implantada que ronda entre las 200 mil y 220 mil hectáreas, de las cuales más del 90% se hacen en la provincia, la industria manisera -enclavada en su totalidad en la provincia- ya está preparada para afrontar el desafío. Sabe que la producción de la actual campaña será menor a la precedente, debido a una reducción en el área implantada; pero confía en que los precios serán más altos que los registrados en las ventas al exterior durante la pasada cosecha.

Estimaciones

De acuerdo con la primera estimación del Ministerio de Agricultura de Córdoba, la siembra en la provincia rondará las 180 mil hectáreas, 15% menos que en el ciclo 2008/09.
Un buen momento. En Etruria (Departamento General San Martín), la plana de la firma Agrotransportes está funcionando a pleno y así trabajará durante buena parte del año próximo.
"Este año acopiamos un 50% más, a partir de que se había sembrado una mayor superficie y tuvimos muy buenos rindes. El volumen para procesar nos exige trabajar todos los días a full", destacó Fernando Lebrino, uno de los integrantes de la familia que comanda la empresa exportadora, liderada por su padre Rubén.
La planta procesadora de maní tiene una capacidad de acopio de 20 mil toneladas de maní en caja y exporta maní crudo y blanchado. Con el nivel de actividad que tiene hoy la línea de producción será casi imposible que pueda parar hasta abril del año próximo, cuando comenzará a ingresar el maní de la presente campaña.
"Debido a esto es que decidimos sembrar menos hectáreas de maní propias para poder hacer algo de mantenimiento y las inversiones que tenemos previstas. De lo contrario iba a ser imposible poder parar la planta", comentó Fernando. Para atender su demanda, la empresa siembra siete mil hectáreas propias, a lo que suma el aporte de algunos productores independientes.

Certificado

Las noticias de que Estados Unidos y China no participarían de la exportación en el próximo ejercicio ha potenciado las posibilidades del maní de Córdoba con designación de origen certificada. Lo convierte en el principal referente, a la hora de fijar precio.
"La cosecha en Estados Unidos terminó el mes pasado. De los 2,4 millones de toneladas que producían, la cosecha se redujo a 1,6 millones, lo que le alcanza con el carry over (arrastre) del año pasado cubrir sólo el consumo doméstico. Con China sucedió algo similar, ya que con la producción se redujo y su consumo interno es elevado", explicó Beatriz Ackermann, directora Ejecutiva de la Cámara Argentina del Maní.

Distinto costo

La campaña anterior no fue fácil para el complejo. La siembra se hizo con costos elevados -los alquileres subieron el doble- y el maní, que arrancó el ciclo con buenos precios internacionales (hasta 1.900 dólares), luego bajó a la mitad al momento de su venta. "Fue la tormenta perfecta", graficó Leandro Oddino, de la empresa Servicios Agropecuarios, ubicada en Hernando.
Los Oddino es un caso típico de integración. La empresa familiar conformada por Clemar (padre), Liliana (madre), Leandro y Franco (hijos), comenzó produciendo maní. Ahora también lo procesa y lo exporta. Siembran -la mayoría en campos alquilados- alrededor de seis mil hectáreas, de las cuales el 80% fue implantado en la fecha justa, mientras que el resto se difirió algo del momento óptimo, según evaluó Leandro Oddino. El área está repartida en cuatro zonas bien definidas. Entre Río Cuarto y Hernando (20%), Río Cuarto y Jovita (30%), el sur de Córdoba hasta La Pampa (25%) y el norte de La Pampa (25%). Las aspiraciones son reunir entre 15 mil y 20 mil toneladas de maní en caja. "Si el clima es normal y tenemos un rinde de 30 quintales en caja, los precios podrían ir para arriba. No sabría decir cuál será el techo", menciona Oddino.
Además de las buenas perspectivas comerciales, la campaña arrancó con menores costos de producción, en especial de los alquileres, que redujeron su valor a la mitad. "El año pasado se pagó 900 dólares por hectárea y en ésta los precios acordados volvieron al rango de entre 350 y 400 dólares", precisó Fernando Lebrino. También hubo rebajas en el paquete tecnológico, a partir del menor precio que exhibieron agroquímicos y semillas.