Una joven y su ex novio fueron condenados ayer por la Cámara del Crimen de Villa María en un juicio de trámite abreviado, luego que confesaran haber asaltado a un taxista local a punta de pistola.
Se trata de Yanina del Valle Imberti y Enry Ramón Zabala, quienes recibieron penas de tres años de prisión, aunque en el caso de la chica la sanción fue de ejecución condicional (es decir, en suspenso), lo que le permitió recuperar la libertad luego de permanecer casi seis meses tras las rejas.
Zabala, en tanto, deberá esperar hasta mediados de febrero para dejar la cárcel de barrio Belgrano, ya que además del asalto fue condenado por otros hechos delictivos registrados en 2008 y el primer semestre de este año.
El episodio que los llevó a prisión se registró alrededor de la 0.30 del pasado martes 16 de junio, cuando la pareja (que por entonces mantenían una relación de noviazgo) asaltó al taxista César Alberto Cicarelli Zabala, de 29 años, en las inmediaciones de Buenos Aires y Misiones, a la altura de barrio San Nicolás.
Acompañados por un tercer sujeto que nunca fue identificado, y que por ende no llegó a ser detenido ni procesado, Imberti y Zabala amenazaron al trabajador del volante con un arma de fuego y lo despojaron del teléfono celular, el equipo de comunicaciones y 120 pesos en efectivo, para luego escapar corriendo.
Cicarelli Zabala, quien no guarda relación de parentesco con el joven condenado, había “levantado” al trío en la esquina de Entre Ríos y Azcuénaga, en barrio San Martín, cuando circulaba al comando de un Renault Clío afectado al servicio de coches de alquiler de la empresa Teletaxi.
A poco de iniciado el juicio, ambos jóvenes reconocieron su participación en el asalto, mientras que el muchacho, además, confesó haber cometido otros delitos.
Tanto Imberti como su ex novio fueron declarados coautores del delito de “robo calificado” por el uso de un arma de fuego cuya operatividad no se pudo tener por acreditada, ya que jamás fue hallada por los investigadores policiales.
Como a Zabala también se le atribuían hechos de “violación de domicilio”, “daño” (pateó un móvil del CAP y rompió uno de sus vidrios) y “disparo de arma de fuego” (en una reyerta vecinal registrada el año pasado en barrio San Nicolás), la pena aplicada fue de cumplimiento efectivo, pero podrá recuperar la libertad en forma “condicional” cuando complete ocho meses de detención, el 16 de febrero del año entrante.
El juicio oral y público fue presidido por el camarista René Gandarillas y contó con la intervención del fiscal Francisco Márquez y del abogado Juan Antonio Rusconi (defendió a ambos jóvenes), mientras que el secretario actuante fue Roberto Jue.
Imberti y Zabala están domiciliados en Villa María y la de ayer fue la primera condena judicial que reciben.

Quedó libre tras una leve condena

En otro juicio abreviado, Aurelio Camps Bravo fue condenado ayer a dos meses y 12 días de prisión (que se le dieron por compurgados) y pudo recuperar la libertad.
Camps Bravo, de 40 años, fue declarado autor de dos hechos de “tentativa de hurto” en flagrancia, por haber pretendido sustraer la caja de cambio y la batería de dos camiones, en distintos hechos registrados en Villa María.
La Justicia Correccional lo declaró reincidente ya que registra dos condenas anteriores por delitos contra la propiedad.
Al confesar los hechos, Camps pidió disculpas.
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