Los vecinos del barrio Sarmiento cuentan los días que falta para que concluya el año y sacan cuentas para ver si es posible contruir las obras que aún no se hicieron y que fueron prometidas cuando se elaboró el presupuesto bajo la modalidad participativa.
“Por eso les pedimos a usted -en la nota dirigida al presidente del Concejo Deliberante, Javier Suppo- y por su intermedio a quien corresponda, tenga a bien arbitrar los medios necesarios para ejecutar en los plazos establecidos las obras asignadas a nuestro barrio en el Presupuesto Participativo 2009”, indican en la nota firmada por el presidente del centro vecinal, Horacio Ribone y el secretario Elvio Piazza.
Cabe señalar que el presupuesto participativo se viene implementando en la Municipalidad de Villa María con el objetivo de que sean los mismos vecinos los que determinen el orden de prioridades de obras para cada barrio.
Tras receptar las sugerencias, se elabora un plan para cumplir en el período anual, con el detalle de las obras prometidas.
En el caso del Sarmiento, los vecinos detallaron que faltan dos lomos de burro (uno en calle Roca y otro en costanera) por un costo estimado de casi 13 mil pesos. También resta cumplir con la semaforización de la esquina de Sarmiento y Sobral, por un valor de 41 mil pesos; la vereda del centro vecinal en Las Heras y Roca, que está presupuestada en casi nueve mil pesos y la reparación de los nomencladores, por un valor de 2.500 pesos.
A esa lista, que suma obras por más de 65 mil pesos, reclaman otra obra prometida por el mismo Presupuesto Participativo al barrio Santa Ana. Se trata de las cinco luminarias para la avenida Roca, única avenida sin vía blanca, con la cual se beneficiarían ambos barrios y que tienen un presupuesto de casi 16 mil pesos.
“Nuestra preocupación es que restan menos de 30 días hábiles y ninguna de estas obras se realizó, salvo la reparación de algunos nomencladores que se pueden contar con los dedos de una mano”, indicaron.
Con esto caen “como mínimo en una nueva desilusión de algo prometido y no cumplido”, agregan.
“Es una pena que una iniciativa tan buena y democrática como este programa de presupuesto participativo, donde los propios vecinos eligen las obras para su barrio, caiga en saco roto al no verse concretadas”, concluyeron.