Hoy cumple 8 años de vida el diario cooperativo, el diario de todos; el de los trabajadores, el de los canillitas, el de la gente.
Este, que empezó con 32 páginas y pasó luego a 40, después a 48 y a 56.
Este que en su origen contaba con una treintena de asociados y hoy tiene medio centenar.
Este que comenzó imprimiendo 1.800 ejemplares y hoy edita 5.500 cada jornada y 7.500 los domingos y los lunes.
Este que nació creyendo - y hoy es fiel reflejo de ello - que los trabajadores también pueden gestionar.
Este que es una obra plural, una obra que se construye a sí misma todos los días, una obra dinámica, participativa, que se alimenta del sueño y la utopía, de la realidad y el trabajo; una obra que empezó a construirse desde lo que parecían cenizas, pero no lo eran, porque debajo ardían aún las brasas de la pasión y la esperanza; una obra que se empezó a construir desde abajo “porque abajo, está la verdad”, como decía el cantor.
Este diario es, sigue siendo, una obra de todos, una obra en construcción, una empresa recuperada por sus trabajadores, quienes en la gesta no sólo recuperaron una empresa sino que con ella recuperaron también su dignidad.
Llegar juntos a este octavo aniversario, ante la perspectiva de presentar en días más a la sociedad nuestro nuevo edificio, nuestra nueva casa, no es poco. Es un tesoro, un orgullo, una bandera, llegar a este octavo aniversario unidos, aún con nuestras diferencias, como una familia, codo a codo.
Junto a este logro grupal de rescatar una empresa sumergida en el fondo del mar -en el que naufragaron aquel año 2001 firmas señeras como Baravalle y Cúspide, por citar algunas, del ámbito local- está esa comunión con la sociedad a la cual pertenecemos, a la comunidad que nos da sentido y razón de ser, que se ve reflejada en nuestras páginas, las páginas de todos.
“Los lectores también escriben”, “Atención al vecino”, Sociales... Como nos gusta decir, tenemos un corresponsal en cada hogar. Todos, sin censura, pueden expresarse en EL DIARIO de la cooperadora de la escuela, el del centro de jubilados, el de la biblioteca, del sindicato, de la asociación de empresarios, de la asociación de Derechos Humanos, del club, del partido político, del cine, del teatro, del Hospital, del centro vecinal, de la región... de los vecinos.
Somos una obra en construcción, con muchos detalles para arreglar, pero en el camino ya construimos un diario para la ciudad para los próximos treinta años...
Somos una obra en construcción que comenzamos a construir desde abajo, convencidos de que, como reza el saber popular, “lo único que se construye desde arriba es un pozo”.
Gracias a todos los que nos saludaron por esta fecha tan especial, gracias por los presentes y todos a los que cotidianamente nos ayudan a crecer. Gracias a los que contribuyen para sostener esta obra que es de todos; esta obra en permanente construcción.
“Ocupar, resistir y producir.”
Gracias
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