Hugo Bruno no sale de su asombro al recordar lo que en la madrugada de ayer podría haberse transformado en una situación fatal.
Es que, de madrugada, este ingeniero jubilado que habita al 600 de la calle Intendente Urtubey en barrio Nicolás Avellaneda encontró en la cama donde descansaba y en su dormitorio, dos alacranes.
"Sentí que algo caminaba por mi cara, saqué lo que me molestaba con la mano y al prender la luz observé que era un alacrán. Sin dudarlo un instante lo maté", expresó Bruno en diálogo con EL DIARIO.
Conmocionado, el jubilado tardó varios minutos para volver a conciliar el sueño. Sin embargo, la aparición de otro de los ponzoñosos especímenes volvió a estremecer al hombre.
"Cuando me levanté para ir al baño, vi que otro alacrán se acercaba desde la zona donde se encuentra el comedor. Cuando ingresó al dormitorio lo pisé y, con cuidado, los guardé en un frasco para hacerlos analizar", indicó el reporteado.
"Hace muchísimo tiempo que no veo este tipo de cosas por acá. Creo que se reproducen y aparecen por la cantidad de malezas y basura existentes en los baldíos, no sólo de la cuadra sino del barrio", consideró.
“Espero que esta peligrosa situación no vuelva a ocurrir y que los que se tienen que hacer cargo de limpiar sus terrenos y dejar la basura donde corresponda lo hagan como corresponde, por el bien de todos”, concluyó el vecino.

Focos infecciosos

El municipio anunció el comienzo del relevamiento domiciliario denominado “monitoreo aédico” con el propósito de detectar la presencia de posibles focos infecciosos que puedan ser factor de riesgo en la proliferación del dengue.
En tal sentido, personal municipal, identificado con credenciales y ropa apropiada, solicitará a los vecinos de distintos barrios, el permiso correspondiente para ingresar a sus hogares y patios y así tomar una muestra de agua para su posterior análisis.