Debajo de sus prominentes bigotes, Jorge Manera acusa 49 años. Pertenece a la tercera generación familiar en integrar la Cooperativa Agrícola Ganadera de Arroyo Cabral.
Su abuelo, Pedro Manera fue uno de los ochenta socios fundadores e integrante del primer Consejo de Administración. Su padre, Eladio, continuó el legado décadas después.
Por todo ello Jorge, el actual presidente de la institución, ha mamado desde pequeño las idas y vueltas de un proyecto comunitario que evolucionó en una empresa productora con ventas en mercado interno y externo, conservando siempre el sello "artesanal", precisa en diálogo con EL DIARIO.

Una incipiente acopiadora

La Cooperativa, que el próximo 12 de octubre celebrará sus 63 años de vida, ha sido fundada en 1946, como una incipiente acopiadora de trigo. Un par de años después se le anexaría una fábrica de productos lácteos, dada la creciente demanda expresada por los productores de la zona. "Surgió por una necesidad de nuestros asociados que veían la posibilidad de gestar un polo para la región. Hay que tener en cuenta que en esos años la movilidad de la leche no se hacía en camiones como ahora. Eran todas distancias cortas y se transportaba en tractores, trabajando con tambos pequeños. Los productores llevaban hasta su propia producción en sus rodados".
Por entonces caía de maduro que la expansión de la actividad lechera debía hacerse realidad, por lo cual unos veinte años después de la creación, se erigiría la planta hermana en La Palestina.
Actualmente, la planta madre de Arroyo Cabral acopia entre 90 a 100 mil litros, mientras que su par alcanza a contener a 25 mil litros en promedio.
El nivel productivo de la empresa, según analiza Manera, debe estar contextualizado dentro de un panorama de "desaparición de tambos pequeños, donde los que han quedado han registrado un gran crecimiento".

La expansión

Simultáneamente al desarrollo de la producción, la Cooperativa aumentaba sus dimensiones y actividades. De los 80 socios fundadores, se alcanzaron a asociar 250 productores, aunque el número actual haya mermado a 200, como consecuencia de las cíclicas crisis de nuestro país.
A nivel estructural, la empresa pasó de ser una experiencia comunitaria nacida al calor del proyecto de avanzada de la Federación Agraria -generando cooperativas agrícolo/ganaderas- a pasar a suplantar los almacenes de Ramos Generales para ser embriones de minimercados y a propulsar otras líneas de acción como polo productor de la localidad.
Aunque lleve en su nombre el mote de "ganadera", la Cooperativa nunca incursionó en la venta de hacienda. A la par de la lechería y los productos lácteos avanzó sobre la producción de maní.

Maní a Europa y un queso a EE.UU.

Actualmente, la planta especializada alcanza las 7 mil tonadas de maní, cuya mayor parte de la exportación (el 95%) se hace a Europa, específicamente a Rotterdam, Holanda. "Nosotros vendemos el maní crudo, que se obtiene después de pelarlo y seleccionarlo para el embalaje. Por suerte, tenemos esa opción externa que incrementa nuestro valor en el mercado", acota Manera.
En cuanto a la actividad lechera, vedette de la tradicional Fiesta del Producto Lácteo llevada a cabo en octubre, se destacan dos ítems de calidad reconocida.
El presidente de la Cooperativa, quien no ahorra elogios sobre la tarea de los operarios encargados, precisa la demanda del queso especial "timbo" elaborado en La Palestina y el "queso duro Reggianito". El primero de ellos, destinado al mercado interno, "necesita de un cuidado especial y es ahora el que más se pide en Argentina, acaso más que el cremoso y el holanda". El segundo, se erige como "el" queso distintivo de la fábrica: representa el 15% de la producción, se exporta directamente a Nueva York, Estados Unidos y ha sido declarado como medalla de bronce en la MercoLáctea. "Creemos que el secreto está (ver detallado aparte) está en lo artesanal", puntualiza Manera.

El secreto
“La Cooperativa nunca tuvo un traspié y siempre fue considerada la opción transparente. Por eso, los productores vuelven a confiar en nosotros, a pesar de las crisis y el reciente conflicto agrario”, indicó Manera, con indisimulable orgullo.
A la hora de esgrimir una “fórmula” de éxito en los negocios de la institución, el presidente toma las palabras de un experto en producción láctea. “Muchas veces uno puede tener la tecnología de primera, pero lo que más importa es el trabajo manual, el artesanal y ese es el que nosotros podemos brindar aquí y en el exterior. Por eso fuimos distinguidos en MercoLáctea”, agrega.

El futuro
“Ultimamente hemos hecho inversiones para ampliar el acopio de cereales, para pasar de una capacidad de 8 mil toneladas a 17 mil. Pensamos que en el próximo mes podemos estar inaugurando esta ampliación, que se continuará con una refacción en la Administracion. Por otro lado, estamos analizando la posibilidad de invertir dos millones de pesos en nuestro sector lácteo. La intención es llegar a acopiar 150 mil litros de leche. Y en ese aspecto, por supuesto, pretendemos tecnificar, pasar a un nivel superior de la tecnología actual para no quedarnos atrás”, destacó Manera.