La crisis energética mundial ha elevado los valores del barril de petróleo crudo y comenzó a modificarse el mapa económico mundial en cuanto a oferta y demanda de productos manufacturados. Estados Unidos está abandonando a China en busca de manufacturas en sitios más cercanos. Los principales beneficiados son México y países de América Central. También incluyen a Brasil. El resto de América Latina debe lograr entrar en competencia.
Según predicciones de muchos economistas, la crisis energética llegó para quedarse, y ya se sienten en el globo los diferentes efectos: uno de los principales es el valor del petróleo, que encarece grandemente los valores de los fletes y de los productos que se importan.
El banco de inversión CIBC World Market Inc. presentó un informe donde sostiene: “Puede que la apertura comercial haya aplanado el mundo, pero los nuevos costos del transporte lo están volviendo más redondo”. De esta manera se refiere al efecto “desglobalizador” de la crisis energética.“En un mundo con un precio del petróleo de tres dígitos, no son las barreras arancelarias, sino los ascendentes costos del transporte, los que constituyen el mayor obstáculo para el comercio”, puntualiza.
El informe refiere al paulatino abandono de los Estados Unidos, uno de los mercados más importantes del mundo, en su escalada de compras de productos manufacturados en el gigante asiático. A pesar de las importantes ventajas de operar comercialmente con China, cuya cantidad de mano de obra barata, el superior crecimiento productivo y la veloz asimilación de la tecnología, la realidad está cambiando por el altísimo costo del transporte. Es decir, en la estructura de costos es ya más importante el transporte que los elementos anteriormente mencionados.

Hacia América

De allí que hoy, estar más cerca de América del Norte, implica ventajas competitivas hasta hace muy poco impensadas.
Las empresas comenzaron a decidir donde establecerse pensando en el factor transporte. México se encuentra en una posición excepcional para beneficiarse.
Los costos de producción no son tan menores como en China, pero el transporte desde México equivale a un ahorro de dos tercios. Eso otorga ventajas a los mexicanos, especialmente en productos baratos con relación a los costos de transporte.
Pero, se especula, esto también se extenderá a otros países latinoamericanos que están en condiciones de beneficiarse, aunque deban competir contra países con mano de obra incluso más barata que la de China.
Los elegidos para ser centros manufactureros abarcan a países de América Central como Costa Rica, El Salvador, República Dominicana y Nicaragua. Pero en América del Sur, Brasil se mira con importancia, siempre que pueda bajar costos de producción. En ese marco, Argentina, Uruguay y Chile están también en una posición beneficiosa.
La tendencia en los empresarios del norte de América es la planificación en el corto plazo de la disminución de costos de sus productos. En ese sentido, la idea primordial es disminuir las distancias, factor que los ha encarecido.
Las nuevas tendencias comerciales implican la necesidad de fabricar donde se venden los productos. Y para lograrlo, deben garantizarse que mercados emergentes brinden la posibilidad de conseguir el suministro de productos.
Varias compañías automotrices están dejando Asia para instalarse, fundamentalmente en México y otros países de América Central, con el objetivo de proveer a los mercados latinoamericanos y Canadá.
De esta manera, se disminuyen los costos de flete, que hoy ocupan un lugar más importante que la mano de obra barata. Según la consultora internacional Standard & Poor's, dentro de la industria textil y de la confección de vestimenta, las empresas ya están abandonando China.
Actualmente, el flete que se paga por un contenedor de 40 pies desde China a la costa atlántica de Estados Unidos es de ocho mil dólares, mientras que en 2001 ese costo era de tres mil dólares. Efectivamente, se trata de un incremento del orden del 166%.
En aquel momento, el barril de crudo tenía un valor de unos 20 dólares, mientras que actualmente hablamos de 116 dólares. Y al momento del informe de CIBC World Market, el mismo superaba los 130 dólares.
No obstante, a pesar de la baja actual, que en un mes descendió de 136 a 116 dólares -fecha en que se escribió esta nota, 21 de agosto de 2008- las estimaciones hacia el año próximo ubican el precio del barril de crudo por encima de los 200 dólares.
En ese marco, el valor de flete mencionado ascendería a unos 15 mil dólares por contenedor, según CIBC World Market.
Por otra parte, el informe alerta también que, en caso de llegar a los 200 dólares, el importador deberá pagar para recibir sus productos de Asia un arancel adicional de 6% más sobre el valor del producto, es decir, alcanzaría al 15%.
Dejando de lado los productos como componentes electrónicos y celulares, productos en los que China no tiene competencia, existen otros de menor valor que pueden a producirse en otros sitios más cerca de Estados Unidos. Esos productos pueden ser zapatos, químicos, muebles, maquinaria industrial, goma, papel, juguetes, etcétera.