Lula da Silva, presidente de Brasil, destacó que la tasa de inversión en su país crece, en la actualidad, más que el doble del Producto Interno Bruto (PIB).
"En el fondo, todo el mundo sabe que en el momento en que el empresario invierte, esa inversión genera empleo y un consumidor, que será comprador. Por tanto, él consumirá, aumentará la demanda y será necesaria más inversión", explicó.
Para el presidente, esa es "la receta" para que su país sea "definitivamente" un país de "economía rica y con justicia social".
Lula afirmó, no obstante, que el "sacrificio" encarado por su país para entrar en el ciclo de desarrollo "aún no terminó" y que es preciso "cautela y osadía", por ejemplo, para el control de la inflación.
Aseguró que "controlar la inflación no es sólo responsabilidad del Gobierno. En la medida en que el pueblo percibe que un producto está subiendo mucho de precio, debe dejar de comprarlo hasta que vuelva a su precio común".
Lula consideró que la economía de su país crece de modo "responsable y duradero".
"La economía se estabiliza, la credibilidad nacional e internacional aumenta, y los empresarios brasileños y el poder público comienzan a realizar inversiones que Brasil necesita para generar empleo y el desarrollo que tanto soñamos", puntualizó.
El mandatario brasileño también aludió a la inflación y pidió a los brasileños "no consumir" productos con aumentos de precios, al hablar en su programa de radio semanal "Café con el presidente".