"Este año que termina, estuvo marcado por la incertidumbre", dijo a EL DIARIO Rural el ingeniero Angel Barrenechea, ex INTA, experto en lechería, y productor lechero de nuestra región, quien analizó y se explayó sobre todas las aristas que conforman al sector lechero, en un planteo pasado, presente y futuro de nuestra lechería.
"Los que estamos embarcados en lo que es la producción de leche, y tenemos el convencimiento de que la lechería tiene futuro en nuestro país, seguimos produciendo y mejorando, y los que no están convencidos, y han tenido problemas y dudas, se fueron del sistema, la tasa de desaparición de tambos sigue, especialmente de los más pequeños, siguiendo el proceso de concentración que venimos observando desde hace varios años", comenzó diciendo Barrenechea.

Poco que festejar

Agregó que hay "poco que festejar". "Si vemos los datos estadísticos de la producción argentina, se cuenta como una hazaña que hemos vuelto a los diez mil millones de litros de producción anual, y no vemos que estamos en la misma cifra de hace diez años, contando además que en estos resultados están todos los blanqueos que se produjeron con el tema subsidios y algunos nuevos tambos que se incorporaron al sector. No hay mucho por festejar, ya que el crecimiento de la demanda, debería haber causado un crecimiento natural y paulatino", explicó Barrenechea.

Incertidumbre

"El tema de precios es fundamental", sostuvo el profesional, y "a pesar que se implementaron dos tipos de compensaciones (están mal llamados subsidios, porque son devoluciones de retenciones efectuadas el año anterior) llegan a destiempo, llegan tarde, si vemos la página del ONNCA, podemos comprobar que recién están las listas para pagar las compensaciones de agosto, esto dificulta el manejo del negocio lechero, impidiendo prever la disponibilidad financiera, vienen a ser como un ahorro forzoso, cuando por otro lado los organismos que controla el Gobierno como la AFIP, y otros más, están intimando para el cobro de impuestos y con intereses, y lo que el Estado tiene que pagar no llega, sería más creíble si se pudiera compensar algún impuesto que recibir el dinero a destiempo".

Las compensaciones y la lechería

"Las compensaciones generan dudas y no tienen mucho efecto con respecto a la lechería y si bien la excusa es que siempre han estado dirigidas para salvar al pequeño y mediano productor, se convierten en dádivas, es como creer que con un bolsón de comida se solucionaría el problema del hambre en la Argentina, son parches mediáticos sin ningún efecto y si se pensara en una lechería en serio, para salvar realmente al pequeño y mediano productor hay otras estrategias y medidas menos rimbombantes en lo mediático pero mucho más efectivas en el tiempo y que salvarían realmente al productor permitiéndole quedarse en el sistema", sostuvo el especialista.
Manifestó además que "el precio es un componente, si bien normalmente lo que el productor pide es precio, pero hay otras cosas que hacen que se siga o no dentro del sector lechero, y lo más adecuado sería que esas medidas surgieran de quienes conducen las políticas de Estado".
Capacitación y
Educación no Formal

"La contraparte de subsidios y dádivas: si bien, las entidades representativas podrían aportar y solicitar estas normas y formas productivas, tenemos experiencias muy valiosas en la recuperación de la lechería, por ejemplo a partir del desfasaje insumos precios, que se produce en una crisis muy grande como los años 91/92, cuando el sector sufre la dolarización de nuestro peso en el uno a uno, estando Solá a cargo de la Secretaría de Agricultura, solicita al INTA un diagnóstico y posibles soluciones", expresó.
"Se llega entonces a la conclusión que el 60% de las producciones tradicionales de la zona pampeana argentina, estaban en altísimo riesgo por los bajos ingresos que tenían que hacían insostenible cualquier producción, ante esta problemática, se presenta desde la parte técnica el Programa Cambio Rural, y eso es la contraparte de un subsidio y de una dádiva, promover la educación no formal, y este tema es fundamental, para la solución de muchos temas, en nuestro país y en el mundo, la única solución es la educación, el facilitar acceso al asesoramiento a productores que no lo tenían, y pudieron no sólo mantenerse en el sistema, sino crecer y mejorar el manejo y la productividad. Hubo créditos en ese entonces y no los tomó nadie, la solución para salir de la crisis era otra, fue el cambio de actitud, en las prácticas de manejo, en el uso e incorporación de la tecnología disponible, o sea la Educación no Formal".

Ley de Lechería

Para Barrenechea, la Ley de Lechería "tiene su pro y sus contras, se debería lograr más consenso, lo grande y bueno, es que haya un proyecto de ley. En esto hay responsabilidades de todos los sectores dirigenciales, tanto del Gobierno como de las entidades. Es una pena que se gasten tantos esfuerzos y se generen divisiones sectoriales que no conducen a nada".
En cuanto a acciones pendientes, dijo que "la falta de agresividad en las ventas, a nivel país, a nivel empresas, eso es algo que tiene que cambiar, no quedarnos sentados esperando que vengan a buscar nuestra producción, sino salir a vender. Es mucho mayor la potencialidad del sector primario en adoptar tecnología, crecer y mejorar, que en el sector donde están los responsables de las ventas de lácteos, como hacen en otros países productivos, salen a vender.

Por más
cooperativas

Respecto a la cadena productiva, afirmó que "hacen falta más cooperativas".
"El productor debe avanzar en sentido vertical, integrándose a la cadena, dejando de ser simplemente el entregador de leche, entendiendo que al que se le vende, no es al camión que retira la leche a diario, sino al que compra los productos en góndola. La integración es indispensable, porque es un sistema altamente perecedero, que no puede stockear el productor ni el fabricante Pyme, debería dejar de existir la división marcada entre los distintos eslabones de la cadena, una forma de integrar al productor con la industria, son las cooperativas, que tienen el sistema ideal, si el sector cooperativo lácteo se hiciera fuerte en nuestro país, seguramente la Argentina seria un fuerte exportador de lácteos, y esto sucede en los países que son grandes exportadores de lácteos, que son las únicas entidades que pueden transferir imparcial y cristalinamente las situaciones del mercado", indicó el ingeniero.
"La esperanza de fin de año es que las mejoras en el precio internacional puedan verse reflejadas aunque sea en parte, dando certeza en el precio futuro para no tener más tantos inconvenientes, ya que sería lamentable tener otro latigazo dentro de la lechería. A pesar de todo, seguimos siendo optimistas, a pesar de los saltos que se vienen, porque Argentina es competitiva, tenemos todo a favor, el ambiente, y englobando el suelo, el clima el mercado nacional e internacional, lo que falta es que nosotros, también nos pongamos a favor, buscando solucionar problemas y no crear problemas", concluyó Barrenechea, dejando en el tapete una cantidad de puntos para reflexionar y tener en cuenta, para el sostenimiento de nuestra lechería.
Vilma Perrachione