Martín Cubero (foto), el mejicano radicado en Argentina que hace poco tiempo atrás vendió la planta que tenía en Dalmacio Vélez (IMC), sigue vinculado al sector manisero como productor y exportador.
“El año 2009 fue muy complicado, pero positivo. Para mí, fue como el momento de la poda, que hace ver al árbol con menos frutos, pero que es indispensable para que resurja”, indicó, tratando de ver la mejor cara de la crisis.
Considera que un buen aspecto de esta coyuntura es haber dejado atrás el fantasma de los precios inflados. “El maní tiene que tener rentabilidad, pero hubo mucha gente que no quería vender porque veía que subían los precios y parecían que no iba a tener techo. Y eso no es real”, dijo.
Considera también positivo que haya menos hectáreas sembradas. “Eso va a administrar mejor la oferta y hacer más positivo el negocio para los que siguen en el sector”. Finalmente, aseguró que pese a haber vendido la planta, sigue vinculado al maní. “Nunca lo voy a dejar”, aseguró.