"El dinero es lo que menos me importa, va y viene. Y además tenía 50 pesos, nada más, porque acababa de pagarle a dos viajantes. Pero el momento que pasé fue tremendo", dijo Rubén Razquín, dueño del minimercado asaltado ayer a la tarde, a EL DIARIO.
El episodio ocurrió en un comercio ubicado en el 738 de la calle Esquiú, en el barrio Mariano Moreno.
"Todo sucedió en dos minutos, no más", relató el hombre visiblemente conmocionado por lo que le había tocado vivir, por primera vez en 13 años tras el mostrador.
"Es la primera vez que me pasa. Hace dos años que estoy acá y estuve 11 años a la vuelta. Siempre pensaba que me iba a defender con un cuchillo o algo si me tocaba, pero me tomaron tan por sorpresa que no atiné a nada", contó Razquín.
"Llegaron en bicicleta. Uno, el más petiso, se quedó en la puerta. El más grandote entró y me apuntó con el revólver, pasó detrás del mostrador y me puso el arma en la cabeza. Le di la poca plata que tenía, para que se fueran rápido. En lo único que yo pensaba era en que no me disparara, que no se le escapara un tiro. Y el tipo me seguía a todas partes sin dejar de apuntarme", relató la víctima.
"En eso entró un vecino y quiso ayudarme, cerrando la puerta para dejarlos adentro. Pero el grandote lo empujó y lo tiró contra un vidrio. Había mucha diferencia de tamaño y también lo apuntaron con el arma. Agarraron la plata y se fueron", contó el comerciante, quien luego del hecho recibió el apoyo y la contención de algunos clientes que llegaron al local.