Finalmente se cerró la hipótesis de homicidio en el caso que se comenzó a investigar tras la muerte de Maximiliano Escalante y en la jornada de ayer fue detenido en relación al hecho un joven de 24 años, identificado extraoficialmente como Roberto Fabián Lezcano.
Personal policial logró localizarlo en General Deheza tras varias averiguaciones y viajó hasta aquella localidad para darle captura cuando estaba por abordar un camión en la calle La Pampa al 100 y trasladarlo hasta la Comisaría de Distrito de Villa María, donde permanece alojado y a la espera de ser indagado por el fiscal.
Los investigadores llegaron hasta el sospechoso, según pudo conocerse, por datos aportados por al menos tres testigos que fueron interrogados durante la jornada del viernes. Los dichos de cada uno de ellos conducían inequívocamente hasta el joven que finalmente quedó entre rejas.
Sin embargo, el arma utilizada (aparentemente un revólver calibre 38) no fue encontrada todavía.
Se espera que el sospechoso nombre algún abogado antes del lunes próximo, caso contrario la Justicia le proporcionará un asesor letrado que lo represente ante el fiscal de Instrucción del Primer Turno, Félix Martínez, quien ese mismo día lo indagaría, según trascendió.

@ ¿Cómo pasó?

Aunque la Policía es cauta a la hora de revelar detalles del hecho, pudo conocerse, por fuentes cercanas a los investigadores, que todo habría comenzado durante la madrugada navideña en un boliche de Villa Nueva.
Allí, dos “banditas” que mantenían una disputa de larga data, protagonizaron un altercado. La víctima pertenecía a una de esas “banditas”; el victimario, a la otra. Pero la cosa, aparentemente, no pasó a mayores en el local nocturno.
Escalante regresó a su vivienda de la calle Ayacucho acompañado por sus amigos.
El sospechoso, según los trascendidos, habría ido hasta su casa, en Villa Nueva, a buscar el ya mencionado 38 y se dirigió al barrio Bello Horizonte, a la casa de Escalante.
Una vez en la vivienda, encaró a la víctima y haciendo alarde del arma y de su dominio de la misma le habría descerrajado el disparo mortal en la sien izquierda. Luego, huyó.
Una versión indicaba que el detenido habría arrojado el arma homicida a las aguas del Ctalamochita, aunque, aparentemente, esa versión no convencería mucho a los investigadores.
Aunque no hay confirmación oficial al respecto, ya no se estaría investigando ninguna otra hipótesis, sólo la del homicidio. Y sería, a todas luces, “un ajuste de cuenta entre ellos”, indicó una fuente de la Comisaría de Distrito.