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Mauro Rosales |
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Cuando concluya 2009 y el año nuevo marque una especie de apertura a la ilusión, Mauro Rosales (foto) seguramente pondrá su cabeza en sumar expectativas positivas para dejar atrás recientes hechos malos que vivió junto con el mundo River.
En lo personal, el delantero villamariense padeció lesiones que no le dieron la continuidad esperada, a punto tal que su regreso exitoso, con gol incluido ante Godoy Cruz, también fue precedido por una lesión.
A esto se sumó la pobre campaña del equipo millonario que, al igual que Boca, se quedó sin la chance de ingresar a la próxima Copa Libertadores de América, con todo lo que eso significa para una institución histórica como la de Núñez.
La última noticia desagradable se dio en el aspecto humano y conmovió: el “Enano” Diego Buonanotte, joya del club, preocupa por el trágico accidente que sufrió con sus amigos que perdieron la vida.
Tal vez entonces Rosales, asiduo compañero de Buonanotte en las concentraciones de River, trate de aferrarse a la ilusión, más que nunca, de que 2010 deberá ser mejor, indefectiblemente.
Con 29 años, Mauro afrontará una temporada fundamental y lo sabe. Por eso el último domingo, durante el evento solidario que se efectuó en Plaza Ocampo, se mostró sereno, sin el nerviosismo de los jugadores jóvenes y con la convicción de que todo puede cambiar, incluso por la paradoja del puntapié inicial que significó uno de los pocos hechos relevantes del club en el año que se va: la llegada a la presidencia de Daniel Passarella.
“Estuvimos charlando, nada del futuro, simplemente lo felicité y él estaba muy contento de verme de nuevo tanto como yo, ya que Daniel es la persona que me llevó a River y, por supuesto, me da confianza, así que estoy más que agradecido”, comentó Rosales.
“Obviamente que antes de iniciar el trabajo, él tendrá sus palabras para todos y nos dará su propuesta para el equipo”, agregó.
Dentro de esta situación, Mauro dijo atravesar un momento de expectativa, “como pasa con todo lo que se empieza, ya que ahora es todo nuevo, por la dirigencia, los aportes que puedan llegar a darnos con los refuerzos o jugadores que vengan.Esperamos que tengamos un mejor año y un excelente torneo, que las cosas nos salgan bien”, expresó.
La preocupación
Lejos del ruido de la Capital, con la tranquilidad de las fiestas en Villa María y el compromiso asumido por mejorar en su lesión en Córdoba, Mauro no dejó de preocuparse por lo sucedido con el “Enano”. Por eso respondió con la información que manejaba cuando fue consultado al respecto.
“Por mis compañeros que lo fueron a visitar y por los medios me enteré que está bien atendido. En la parte física se encuentra bien, no tiene nada de gravedad, sólo ahora es el tema de la clavícula y otra quebradura que tiene”, comentó. Y remarcó que Buonanotte “está muy golpeado anímicamente; todavía no se enteró bien de lo de sus amigos, pero entiendo que él ya se lo imagina”.
“Ojalá que se recupere”, deseó el villamariense.
Por último, en el aspecto personal, Rosales no dudó en culpar a la serie de lesiones que padeció, más allá de los malos resultados que cosechó el equipo.
“La última lesión se dio un poco por el desgaste que tenía y por no venir jugando porque me sentía muy bien con el ritmo que tenía y estaba haciendo bien las cosas”, se lamentó. Y añadió: “En un entrenamiento, un compañero me pegó sin querer en la rodilla, y luego, por precaución, por no hacerme mal en esa zona, empecé a tener fatiga en toda la pierna y ahí fue cuando me desgarré en un partido”.
Es este desagradable momento el que Mauro quiere borrar de la cabeza para lo que viene. Mientras, no deja de aclarar que todavía disfruta del fútbol y que no se puede quejar ni un minuto de su trayectoria, más allá de que, en su carpeta de esperanzas, también acuna el sueño de jugar un mundial, como la cuenta pendiente.
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