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“En Villa Nueva se acentuaron las campañas para que a uno le vaya mal. Esas cosas ensucian la política”, remarcó |
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- La oposición le critica su falta de diálogo...
- Estos personajes siempre tienen algo para decir. Cuando asumí, los reuní y les dije que tenían las puertas abiertas. Hace poco fuimos al Concejo, explicamos proyectos espectaculares y te dicen que todo está perfecto pero luego votan en contra. Si siempre ponen palos en la rueda, no me da ganas de sentarme a dialogar. Cuando llega el momento de votar, lo hacen en contra.
- Usted dice que la oposición se opone por oponer. ¿Pero no es comprensible que la ciudadanía dude de pago de sobreprecios cuando se dice que se paga 240 mil pesos por cuadra pavimentada cuando empresas la realizan a 80 mil, como sostiene, por ejemplo, Frossasco?
- Es mentira, no sale 240 mil sino muchísimo menos. Y le dije a los concejales que me traigan a la empresa que por 80 mil pavimenta una cuadra. No es sólo cuestión de pavimentar, sino de movimiento de suelos, proyecto, cordón cuneta, subrasante, mano de obra. Todavía estoy esperando a la empresa que lo haga por 80 mil.
Y en Floresta y Sarmiento se hizo concurso de precios. Yo estoy tranquilo, no se esconde nada.
- ¿Es falsa la denuncia de Soberbio sobre desvío de fondos?
- No quiero perder tiempo en ese personaje. En Villa Nueva nos conocemos todos y la ciudadanía no es tonta, saben quién es quién.
- ¿Y qué le devuelve la gente en la calle?
- Camino tranquilamente. Nos hemos equivocado en ocasiones y lo reconocemos. Tengo la certeza de que cuando se hace, se critica. Si no se hace nada, se critica menos. Y mire, si me quedo con algo que no es mío, el primero en meterme preso es mi viejo.
Sus días
Cavagnero confesó que su vida “cambió radicalmente” desde que asumió el poder y que pasa poco tiempo con su familia, conformada por su esposa y dos hijos varones, de 7 y 9 años. “Al menor le interesa la política, al mayor no, sólo la escuela y el fútbol”. Cuenta que pasa sus mañanas en el municipio y que almuerza pasadas las 14, solo, en su vivienda, y a la tarde recorre los barrios, participa en actos o está en su despacho comunal. “Trato de estar a la noche en mi casa, pero siempre hay algo”, contó. “De noche duermo tranquilo, porque siempre hago las cosas de buena fe”, dijo ante una pregunta. “Yo no me la creo; soy intendente para hacer cosas”, subrayó.
Hijo único, reveló que a sus padres nunca les gustó su inclusión en el mundo de la política y que los panfletos en su contra duelen a la familia. Y remarcó que nunca piensa en 2011.
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