Con el apoyo unánime de los miembros del cuerpo legislativo, se aprobó ayer las modificaciones en la ordenanza que regula actividad de whiskerías en la ciudad.
Los cambios sustanciales en la norma avalados por todas las bancadas, impiden la radicación de nuevas whiskerías (o cabarets como tendrán que ser denominados desde ahora) dentro del ejido urbano de la ciudad, además de férreas medidas para el control y rehabilitación de los tres espacios que ya existen en Villa María.
En este sentido vale decir que si alguno de los cabarets en funcionamiento incurriese en contravenciones al Código de Faltas existente, su habilitación municipal sería revocada.
Otro detalle es que los locales que se encuentren habilitados deberán cumplir con los requisitos generales de la ordenanza de espectáculos públicos, debiendo re-habilitarse anualmente.
Vale destacar que la ordenanza establece que no se otorgará rehabilitación si a una distancia de 150 metros se instalan templos, establecimientos educacionales, centros de asistencia con internación, geriátricos, casas velatorias o cualquier lugar ocupado por entidades de bien público que, a juicio de la autoridad comunal, tornen inconveniente su radicación.
"Debemos hacer un abordaje responsable del tema, modificando la normativa para prevenir la trata de personas en la ciudad", expresó el edil Sebastián Capurro, al presentar el proyecto de ordenanza, luego aprobado.
A su turno, la presidenta de la Democracia Cristiana, Rosa Cámpora, manifestó que "es una responsabilidad social atender la problemática de la trata de personas. Este es un puntapié inicial. Ahora debemos instalar el tema en la sociedad para trabajar de manera conjunta".
Por último, el presidente del Frente Unión por Córdoba Partido Justicialista, Carlos De Falco, indicó que "es política del Estado municipal la de erradicar definitivamente de la ciudad las whiskerías con este proyecto de ordenanza".