“¿Dónde están las armas que tenés vos?”, le gritó uno de los policías que, durante las primeras horas de la mañana del martes, irrumpieron en la casa de un vecino de barrio Las Playas, al hacerse efectivo lo que el propio damnificado calificó como “un allanamiento violento”.
“Estábamos durmiendo con mi mujer y no me dieron tiempo a nada”, detalló Antonio Román, de 60 años, quien aseguró que en la orden de allanamiento “ni siquiera figuraba mi nombre”.
Los hechos
El procedimiento no fue el primero que se realizó esa mañana en el mencionado sector de Villa María.
“Antes estuvieron en la casa de una vecina que vive sola, quien se asustó al ver a los policías y después fueron a otra casa donde estaba la familia con los chicos durmiendo”, apuntó Román.
A las 6.50 “golpearon la puerta de mi casa y no me dejaron que abriera. A empujones o patadas la rompieron y entraron apuntándome”, al tiempo que le preguntaban una y otra vez dónde tenía escondidas las armas.
“¡Yo no tengo armas!”, respondió el vecino, a la vez que los efectivos (tres uniformados y otros tres de civil) revisaron todo e incluso “le pegaron con un palo al perro que tengo cerca de la puerta que da al patio”.
Con resultado negativo, los policías se retiraron de la vivienda, cuya puerta quedó destrozada, todo revuelto, amedrentando a sus moradores, entre ellos a la mujer de Román, a quien “no le permitieron salir de la cama”.
Firmó por miedo
Antes de retirarse lo obligaron a que firmara dos documentos, uno de los cuales sería la orden de allanamiento, según entendió el atribulado vecino, quien aseguró que “realmente ni me fijé lo que firmé, aunque les pedí que me dieran copias, pero me las negaron”.
“Calcule -dijo el hombre- si me niego a firmar, después son capaz de cualquier cosa, me llevan preso o me pegan un tiro... Si rompieron todo para entrar a mi casa, qué sabe uno lo que pueden llegar a hacer.”
A las 8 Román tuvo que comparecer en el piso donde funciona el Juzgado de Menores y Familia, “donde me volvieron a preguntar por las armas, pero no me dieron ninguna solución”.
Durante la mañana del martes la Policía estuvo en más de un domicilio de barrio Las Playas, entre ellos en la vivienda situada en Canadá 3241, donde vive Román y su mujer.
No hallaron armas. Los vecinos quedaron atemorizados, una puerta con la cerradura destrozada “y nadie se hace cargo de nada”.
Ayer, en tanto, volvieron los uniformados al sector y trasladaron al nieto del vecino que realizó el relato a EL DIARIO. Horas después, el chico, de 17 años, estaba nuevamente en su casa.
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