La salud pública y de calidad ha sido la base fundamental para el desarrollo del estado de bienestar y es uno de los pilares para asegurar la solidaridad y la equidad dentro de una sociedad, pues supone la atención de los que tienen menos y están enfermos a partir del esfuerzo de las personas con más poder económico y más sanas.
En los últimos años hay una campaña generalizada para desprestigiar y desmantelar los sistemas públicos de salud, y éstos son los primeros pasos, puesto que hay una estrategia de avanzar de manera lenta y continuada hasta conseguir que el derecho a la protección de la salud deje de ser un derecho de todos los ciudadanos y pase a ser un privilegio para aquellos que puedan pagarlo.
El hospital público es irremplazable, sus bondades han sido probadas a lo largo de su historia. La calidad de sus servicios y sobre todo por su carácter universal, gratuito y solidario, debe mantenerse y evitar que la salud pública se transforme definitivamente en un negocio en el que unos pocos se beneficien a costa de la salud de todos.
Es nuestro deber reconocer la labor que un hospital público genera en el seno de una sociedad, y es por ello que agradecemos desde nuestro humilde lugar como usuarios de la salud pública, al personal médico, de enfermería y administrativo del Hospital Regional Pasteur, que brindan lo mejor de sí para atenuar los malestares de nuestros seres queridos.
A todos ellos: gracias por la atención, gracias por luchar por la vida de nuestro ser querido, por su profesionalismo... porque en ningún otro lugar hubiera sido mejor atendido.
Familiares y amigos de Franco Benedetto
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