Julieta Ghione y Belén Trento son alumnas del Instituto Manuel Belgrano (en 2009 cursaron quinto año) y, conmovidas por el drama de la trata de personas, realizaron un profundo y comprometido trabajo de investigación sobre la explotación sexual, haciendo especial énfasis en lo que sucede en Villa María.
Con la colaboración de la docente Alicia Peressutti -quien trabaja de manera voluntaria en Vínculos, una organización que lucha contra este cruel delito- y las Hermanas Adoratrices -la congregación de monjas que intenta sacar a las mujeres de la prostitución- las estudiantes abordaron el delicado asunto.
En una semana en la que en la ciudad se prohibió la apertura de whiskerías y se puso, desde el Ejecutivo local, un límite a la trata, EL DIARIO tuvo acceso a un pormenorizado trabajo sobre la dolorosa cuestión.
Las alumnas consideraron que la ciudad “es una zona de mucho tráfico y cruce de caminos”, lo que la convierte en un “punto clave” para este delito. Y resaltaron que “la corrupción institucional, vinculada al ámbito policial, judicial y político, es el factor relevante en el incremento de la trata de personas con fines de explotación sexual”.
En la primera parte del informe, recuerdan que ésta no es una actividad delictiva reciente y desconocida. “Por el contrario, está afincada en la Argentina desde hace más de un siglo. Es, después de las drogas y las armas, el tercer negocio ilegal más lucrativo. Pero en los últimos años la trata y la droga van juntas, estamos hablando de una misma mafia en donde estas dos redes se entrecruzan”, apuntaron.
“Mujeres y niños pobres, con escasa educación y limitadas posibilidades de inserción laboral son vulnerables a la trata de personas, en un escenario que presenta, además de la vulnerabilidad derivada de esta condición, otros estímulos capaces de incentivar el desarrollo de esta actividad, que se acentuaron con el empobrecimiento y la debilidad estatal, como la corrupción policial, la naturalización y la tolerancia de la prostitución de mujeres y niñas pobres y del trabajo esclavo, así como la escasez de acciones orientadas a investigar y perseguir este delito. En Argentina también contribuyen al incremento de la trata la legislación inadecuada, la ausencia de legislación específica, el escaso conocimiento de la magnitud y forma de funcionamiento de las redes de trata, y la carencia de datos que permitan evaluar adecuadamente la problemática”, establecieron las chicas dejando al desnudo su compromiso a la hora de investigar.
Advirtieron que quienes poseen recursos económicos y sufren un secuestro de algún familiar -de este tipo- tienen mayor posibilidad de conseguir que se arbitren los medios para la búsqueda de la víctima, pero que “la gente de bajos recursos no sabe adónde ir o muchas veces va a la Policía, hace la exposición y se vuelve a su casa”.
“La captación mediante el engaño es una de las principales formas de reclutamiento. Esta modalidad requiere alguna forma de conexión o proximidad del captor con la víctima y, en general, involucra a más de una persona. En este caso hay menos violencia y el proceso es más lento. También existen comisionistas que tienen una red de reclutadores. Otra modalidad de captación es el secuestro, en donde el proceso es cuestión de horas, la víctima se resiste más, por lo tanto el grado de violencia es mayor, hay mucha droga de por medio y mucha violación”, detallaron las estudiantes.
Apuntaron que el sistema contempla la rotación periódica de las mujeres en diferentes prostíbulos, donde son dejadas “en consignación” por lapsos no superiores a los 40 ó 45 días. “Una chica significa para su explotador alrededor de 12 mil pesos mensuales”, indican en el informe en base a datos de organismos.
La mayoría de las mujeres sometidas a trata en Córdoba provienen de Santa Fe, Misiones y Chaco, como también de Paraguay. “Muchas veces llegan a través de redes manejadas sobre todo por proxenetas de las ciudades de Santa Fe y Rafaela. Es considerada como una provincia ‘de destino’ de la trata (junto con Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa, Chubut y Tierra del Fuego), a diferencia de las ‘proveedoras’ (Misiones, Corrientes, Chaco, Santa Fe y Tucumán). Aunque los movimientos de Córdoba están indicando que más adelante podría llegar a ser una provincia proveedora.”
En otro tramo de la destacada investigación, remarcaron que “el nivel de violencia y la implicación directa de funcionarios policiales son las características distintivas de la trata de mujeres para su explotación sexual en Córdoba en comparación con el resto del país”.

@Emblemático

Y ya puntualmente refiriéndose a la ciudad, sostuvieron que es “un negocio emblemático” e hicieron especial referencia a la ruta pesada. “A lo largo de esas cuadras mal iluminadas, con casitas de material y veredas de tierra, se pueden observar grandes ventanales abiertos de par en par y ver a través de los mismos a mujeres sueltas de ropa que trabajan como prostitutas. Aunque, actualmente, la explotación sexual dejó de ser sólo patrimonio de la ruta pesada y se ha extendido por toda la ciudad para llegar al parque Pereira, bulevar España, la calle Buenos Aires y el parador de la ruta 9”, explicaron.
“Se calcula que en Villa María hay alrededor de un millar de trabajadoras sexuales. Hay unas 600 que no son estables y en su mayoría proceden de Santa Fe (aunque sean misioneras, chaqueñas y/o paraguayas), porque son explotadas por redes manejadas por proxenetas de las ciudades de Santa Fe y Rafaela. Las esclavas del sexo son rotadas cada 15 días y hay un intercambio permanente de chicas con la localidad de Las Mojarras y otros pueblos, donde hay remises que van y vienen con chicas de todas las edades”.
Luego, las alumnas citan un informe de 2008 publicado por La voz del interior: “Las tienen encerradas y hay menores. No las dejan salir y las manejan con documentos ‘truchos’ para falsear identidades y edades”, aclaró en una entrevista la Hermana Adriana Grenethier, de la Fundación Hermanas Adoratrices.
También citan notas de EL DIARIO sobre la problemática.

@La nueva ley

Las jóvenes apuntaron que la nueva ley de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas, establece en su artículo 2º que tratándose de personas mayores de 18 años, la trata existe cuando mediare engaño, fraude o violencia o cualquier medio de intimidación. “De este modo se revictimiza a la víctima, quien deberá probar que en su caso se dan los presupuestos exigidos”.
Luego, las adolescentes del Manuel Belgrano destacan que las víctimas tienen derecho a “prestar testimonio en condiciones especiales de protección y cuidado” y “protección frente a toda posible represalia contra su persona o su familia, pudiéndose incorporar al programa nacional de protección de testigo”, entre muchos otros.
“Hasta el momento dicha ley no ha sido reglamentada, a pesar de haber transcurrido 18 meses desde su sanción, por lo que no existe presupuesto que posibilite su implementación en la práctica”, advierten. Y agregan: “Más allá de la extensa legislación existente con respecto a la Trata de Personas en Argentina, este delito aún continúa con tal fuerza que corrompe a la política para alcanzar grandes dimensiones”.

En nuestra edición de mañana, la segunda parte: la complicidad del Estado y la labor de las Hermanas Adoratrices en la ciudad.