Ante la finalización de un año ciertamente conflictivo, el secretario de la seccional pozomollense de ATILRA, Silvio Cagnasso, reivindicó las demandas y fortalezas del sector laboral lácteo, que asumió efectivamente las exigencias de un lapso temporal (en 2009) ciertamente difícil y agotador por momentos.
En tal aspecto el dirigente definió al período descripto como “positivo en lo que pudimos lograr a pesar de los padecimientos de numerosos trabajadores que vieron vulnerada su estabilidad laboral”. Puso como ejemplo (con distinta problemática) lo acaecido con las plantas de elaboración de Intelac y SanCor, donde “con la primera logramos una solución no total, pero aceptable para nuestras expectativas”. “La situación internacional perjudicó a la empresa y repercutió sobre 40 operarios que allí trabajaban, cayó la producción y con ello llegaron las dificultades de suspensión de personal y recorte de sueldos”. “Hubo trabajadores que arreglaron con la empresa, otros pasaron a nuevo destino en el mismo rubro lácteo, y debemos dar gracias a Dios de que nadie está en la calle”.
Agregó “que con tratativas y audiencias en el Ministerio de Trabajo fuimos sobrellevando la situación”, destacando “el esfuerzo de la empresa que puso voluntad de su parte para sostenerse, a pesar de que sólo prosiguen 25 operarios de los 40 indicados ya están laborando ocho horas diarias, en turnos rotativos incluidos sábado y domingo”.
Con respecto al tema SanCor indicó que “se siguen arrastrando dificultades desde hace tiempo, hay trabajadores que realizan tareas mínimas en una planta prácticamente paralizada; nosotros no cejamos en el esfuerzo de reactivarla como centro de producción, para que la gente que está fuera de Pozo del Molle (en otras plantas de la empresa), puedan retornar al pueblo sin tener que emigrar, por ejemplo a Chivilcoy que está a 700 kilómetros de acá”.
Cagnasso agregó que “días atrás estuvimos con directivos de Recursos Humanos de SanCor viendo la posibilidad de una reactivación aunque sea como centro de distribución o depósito”.
Aclaró que ante esta situación perdieron su trabajo casi el 50% del plantel local; “algunos se jubilaron, otros optaron por retiro voluntario, otros pasaron a otras firmas o a plantas de SanCor en Córdoba o Santa Fe”. “Justamente con los directivos (de la empresa) llegamos a un acuerdo para que la gente siga viajando a cumplir con sus tareas mientras continuamos las gestiones para activar el establecimiento laboral de Pozo del Molle”, explicó.

@ Obras en la sede

En lo que hace a mejoras en la sede sindical, Cagnasso destacó los trabajos para reacondicionarla y adaptarla a los variados servicios asistenciales que se brindan “en una tarea sin pausas que nos valió el reconocimiento de los afiliados, quienes nos dieron su apoyo en las elecciones gremiales de julio, con el setenta por ciento de los votos”. Anticipó “que tenemos la tramitación presentada para conformar próximamente nuestra propia mutual con todos los rubros posibles de atención social o sanitaria”.
Afirmó que “aún resta la construcción de dos o tres consultorios y vamos desarrollando la obra en función de los recursos que disponemos, pero con el esfuerzo propio de los directivos y colaboradores seguimos avanzando”.
Por último, el dirigente destacó la perspectiva de “que en 2010 las cosas se encaminen mejor para el sector lácteo, hay posibilidades de que aumente la producción, esto confirma la premisa de que si no hay tambos no hay leche, si no hay leche no hay fábricas y entonces ¿para qué estamos? Sin trabajo no hay país que tenga posibilidades de realizarse”. Y reconoció “la gestión del consejo directivo, de afiliados y de entidades hermanas (principalmente Villa María, conducida por Pedro Fernández), quienes colaboran eficazmente para el desarrollo de nuestros objetivos”.