A los 26 años es uno de los jugadores líderes de la nueva generación del vóley argentino. Se llama Guillermo García y es punta receptor del Bolívar, campeón de las tres últimas ediciones de la Liga Nacional y subcapitán del equipo argentino.
Estuvo descansando durante 17 días en esta ciudad junto a su familia y hoy regresa a Buenos Aires para iniciar mañana la pretemporada, de cara al reinicio de la competencia en la A-1.
Dialogó durante casi una hora con EL DIARIO de todo: de su equipo, del SOS Villa María, de la realidad de este deporte en la Argentina y del mundo, pero especialmente de lo que se viene con la celeste y blanca.
“Existen dos desafíos muy grandes en julio. Por ejemplo, el final Six de la Liga Mundial que se juega en Córdoba, donde sería lindo meterse en semifinales y mejorar el quinto puesto logrado el año pasado, y si es posible meterse en la final, jugando con estadio lleno y ante nuestro público y porqué no ser campeón”, enfatizó Guille.
“También el Mundial de Italia en setiembre, donde tendremos tres rivales duros en la primera fase, Venezuela, Estados Unidos y México, para luego aspirar a cosas superiores.”
“De tener una buena labor en estos dos torneos, se ampliaría la posibilidad para que Argentina sea sede nuevamente de un Mundial y con ello ratificaría el buen momento de este deporte a nivel de selecciones, que el año pasado hizo podio en menores y juveniles y que debió remar desde abajo, pasando más de 50 jugadores por sus planteles, para superar aquella frustración de Formosa, donde no pudimos clasificar en el Preolímpico y fuimos eliminados por Venezuela”, enfatizó.

Liga Nacional

Sobre lo mediato, puntualizó: “Haremos una corta pretemporada en Buenos Aires, luego en San Juan participaremos del Súper 8 y posteriormente trataremos de mantener el lugar de privilegio en la Liga Nacional, para buscar un nuevo título, aunque la cosa no es tan fácil, porque en la primera etapa hubo un marcado equilibrio entre varios equipos”.
Sobre aquellas tres derrotas ante Gigantes del Sur y Chubut Vóley, rescató esta frase: “Pasamos por un mal momento, comenzamos a sentir el desgaste físico de más de 100 partidos efectuados en 2009, nos desconcentramos, perdimos por lesión el armador titular y eso fue bien aprovechado por nuestros rivales”.
También aportó su comentario del SOS Villa María: “Sorprendió a más de uno, todos esperaban que se ubicara entre el séptimo y octavo lugar, pero a pesar de la juventud de sus jugadores, se mostró sólido, llevado de la mano de un gran técnico como Juan Cichello y cerró la primera parte con un merecido cuarto puesto, que estoy seguro va a mantener hasta el final de la ronda clasificatoria”.
Respeto a si la Liga Argentina se ubica dentro de las mejores del mundo, dijo: “Se encuentra un escalón más debajo de las ligas potencias, pero ha crecido muchísimo en los últimos años, en lo deportivo y económico, porque cambió la mentalidad de los dirigentes, que en vez de criticar lo que Marcelo Tinelli hizo con Bolívar, lo imitaron y hoy los resultados están a la vista”.

A Polonia

Ante la pregunta de si le gustaría jugar en el extranjero, fue categórico: “Por el momento estoy cómodo en Bolívar, donde tengo contrato hasta 2012, si sale una oportunidad, no tengo ninguna duda que Tinelli no pondrá ningún reparo para rescindir el contrato. Me gustaría jugar en Polonia, porque es un país donde el vóley es el deporte más popular, las canchas se llenan y todo se vive con mucha pasión”.
Por último no se olvidó de su Biblioteca Rivadavia y se despidió con estas palabras: “Viví con mucha emoción el subcampeonato Sub 14 logrado por el Riva en Ecuador, me hizo recordar a aquella conquista de Chile de 1998, esto pone de manifiesto que a nivel intercolegial y también federado, esta entidad sigue creciendo, porque se sigue trabajando bien de la mano de excelentes entrenadores como Fernando Badrán, Mario Rodríguez y ahora con el joven Gonzalo Garrido”.
Atesora triunfos y títulos, pero va por más, porque sabe que puede, que tiene condiciones, que siempre trabaja, que nunca baja la cabeza y que por sobre todas las cosas tiene una personalidad propia, que le ha permitido llegar a ser, hoy, un referente del voleibol argentino.