Las imágenes remitían al 1 de noviembre de 1999. Las líneas telefónicas estaban “caídas” y sobre la medianoche el gobernador Juan Schiaretti y la ministra nacional Alicia Kirchner se pusieron a disposición de la Intendencia. Media ciudad se hallaba a oscuras.
Hubo una reunión en la Municipalidad para tratar el “caos”. Esta vez hubo un alerta meteorológico
Entre las 19.05 y pasadas las 19.30, los vecinos de Villa María tuvieron ante sí imágenes difíciles, duras, con la noche en pleno día, que obligaban a buscar a los seres queridos en la desesperación, ante la imposibilidad de alguna comunicación telefónica. Fueron instantes de zozobra, empezaron a inclinarse los árboles por la humedad del piso y la velocidad del viento. Y se desprendieron los carteles y cayeron marquesinas ubicadas en distintos puntos de la ciudad y las ramas por todas partes.
Fueron 48 milímetros los caídos en la zona céntrica en esos minutos, pero sumados a cantidades similares registradas en las últimas jornadas de 2009 y las primeras de este año.
Desde el Cuartel de Bomberos salieron 12 unidades con 48 efectivos, según informó a EL DIARIO el titular de los servidores públicos Guillermo Vedelago.
También recorrieron la ciudad tres unidades cuyos efectivos iban munidos de motosierras para liberar las arterias sobre las cuales habían caído árboles o ramas.
“Hacía mucho que yo no observaba una tormenta tan intensa”, dijo el hombre, acostumbrado a moverse en situaciones de riesgo.
El problema más grave que se observaba sobre las 22 horas era el de la caída de los árboles y la gran cantidad de cables de distintos tipos que colgaban en la vía pública.
A esa hora, se reunían en el Palacio Municipal las máximas autoridades del Gobierno local, Defensa Civil, los mismos Bomberos Voluntarios, Seguridad Ciudadana, el equipo de salud y médicos del Hospital Pasteur, para tratar “el caos en el que se ha convertido la ciudad”, según dichos de uno de los participantes.
El servicio eléctrico estaba interrumpido en amplios sectores de la Villa y es por ello que se tardaba en restablecer el suministro, lo mismo que por las cámaras que se hallaban anegadas.
La caída de carteles también era apreciable en varios puntos.

Las antenas
de radio

Y sobre la casa del propietario de LV28 y otras emisoras del mismo grupo estaban caídas dos antenas transmisoras. “La AM está en el aire, pero dos de las FM se han caído”, dijo Roberto Kfuri en la misma puerta de su vivienda en la primera cuadra de bulevar España a uno de los cronista de este medio que recorrió la ciudad.
Al cierre de esta edición, se consideraba que “afortunadamente no hay que lamentar víctimas personales”, aunque las ambulancias que partieron del cuartel de la calle General Paz tuvieron que atender a varias personas que “sufrieron descompensaciones o pequeños accidentes como caídas de motos”, según refirió otra fuente de Bomberos.

La palabra oficial

En medio de la reunión “urgente” que se realizaba en el ex Place Hotel, el secretario de Coordinación y Obras Públicas, Héctor Muñoz, se hizo un momento para revelar que, según los datos oficiales a esa hora, había “alrededor de 500 árboles entre caídos y otros arrancados de cuajo, dos heridos leves en barrios (que ya fueron dados de alta), postes y tendido eléctrico en el suelo”.
“Al principio se cortó toda la energía y se mantiene cortada la red aérea. Sólo se restableció lo subterráneo en condiciones”, añadió el alto funcionario de la Municipalidad ante un periodista de este medio.

Epígrafes de fotos:
Foto 1) La marquesina de Rossetti Deportes, en plena calle San Martín, destruida
Foto 2) Las antenas cayeron sobre la casa del radiodifusor Roberto Kfuri, en bulevar España
Foto 3) Una postal de lo que se repitió en muchos sectores del centro de la ciudad
Foto 4) Veredas anegadas también en la zona de Mendoza y bulevar España
Foto 5) Gente trabajando a las 22.30 por la voladura de un techo en Rivadavia y Entre Ríos
Foto 6) Anegamiento total en la zona de la Gruta de la Virgen de Pompeya
Foto 7) La caída de árboles en avenida Hipólito Yrigoyen al 600
Foto 8) El otro local de Rossetti Deportes, en calle Corrientes, con uno de los carteles pendiendo de un hilo