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“A mi hijo lo detuvieron sano y me lo devolvieron golpeado”, enfatizó López en EL DIARIO y se mostró preocupado porque pretendieron implicarlo con el ataque al fiscal Márquez |
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La detención de un joven en la ruta pesada, que supuestamente se negó a ser identificado, derivó en una grave denuncia por parte de su padre, quien aseguró que el muchacho fue golpeado en la Comisaría de Distrito local, donde lo habrían intimidado para que dijera en qué lugar se encuentra el arma con la que balearon al fiscal Francisco Márquez.
Luis Adelmo López, de 57 años de edad, formuló la seria acusación en la Fiscalía de Instrucción del Segundo Turno, y por la tarde concurrió a la Redacción de EL DIARIO para hacer público lo sucedido, “porque -dijo- no quiero que involucren a mi hijo en un hecho de semejante gravedad, que por supuesto no cometió”.
Preocupado por las connotaciones del caso, López admitió que “una cosa es que la Policía actúe por una contravención al Código de Faltas, y otra que, además de golpearlo, lo interroguen por el atentado al doctor Márquez, como si tuviera algo que ver con eso”.
@ Varias lesiones
El denunciante afirmó también que a su hijo “lo detuvieron sano y me lo devolvieron golpeado”, y para fundamentar tamaña acusación exhibió un certificado médico expedido por el Hospital Regional Pasteur en el que se deja constancia que el joven presentaba un golpe en el ojo derecho, con hematoma en el párpado inferior; contusión en la región costal derecha, y marcas de esposas en ambas muñecas.
De acuerdo con la denuncia presentada en la dependencia judicial a cargo del fiscal Gustavo Atienza, Secretaría de Guillermo Picco, López explicó que, según le contó su hijo Darío Sebastián, de 20 años, en la sede policial de General Paz y San Juan “lo esposaron por la espalda a los barrotes de la reja del calabozo, pero con las manos hacia arriba”, posición que dejó huellas en sus muñecas.
@ Tras el censo
De acuerdo con el relato de López, tanto en la Justicia como ante este matutino, el hecho se inició en horas de la tarde del pasado miércoles, día en que se realizaba el censo poblacional.
Alrededor de las 15.30, y luego que la familia de López fuera censada en su domicilio de Intendente Maciel 1070, su hijo salió de la vivienda y entre las calles Rawson y Sucre fue interceptado por una comisión policial que se conducía en un vehículo del Comando de Acción Preventiva.
Según le contó su hijo, los uniformados (un hombre y una mujer) le preguntaron “qué estaba haciendo”, a lo que el joven les respondió que acababan de censarlo y que iba a comprar una gaseosa.
“Nos vas a tener que acompañar”, le dijeron los efectivos y procedieron a su detención, esposándolo y subiéndolo a la camioneta del CAP.
@ Contravenciones
López sostuvo que su hijo “no se negó a que lo identificaran” (pese a que no llevaba el documento consigo) y que “tampoco provocó incidentes en la calle”, no obstante lo cual la Policía labró actuaciones contravencionales por infracción a los artículos 79 y 52 del Código de Faltas vigente, que reprimen la “negativa a identificarse” y los “disturbios en la vía pública”, respectivamente.
Sin embargo, y al decir del denunciante, “la cosa no quedó ahí... porque cuando Darío estaba en el calabozo, fue un policía de la División Investigaciones (al que su hijo conoce) y tras golpearlo en el rostro y el cuerpo, le exigió que le dijera dónde estaba la (pistola) 9 milímetros con la que le habían disparado al fiscal Márquez”.
@ Brutal atentado
Como es de dominio público, el titular de la Fiscalía de la Cámara del Crimen de Villa María fue baleado a quemarropa en horas de la madrugada del pasado 2 de abril, a poco de llegar -junto a su esposa y una de sus hijas- a la vivienda que posee en barrio Villa Oeste de Villa Nueva.
El reconocido funcionario, quien se reincorporó a sus tareas el martes de la semana anterior, recibió un impacto de bala calibre 9 milímetros en la región posterior derecha del cuello y salvó milagrosamente su vida ya que el proyectil recorrió unos pocos centímetros por debajo de la piel y salió sin lesionar ningún órgano vital.
Del mismo modo, cabe aclarar que luego de cinco meses de producido el criminal ataque, la causa no tiene ningún detenido.
@ Tres días preso
Darío quedó en libertad tres días después, es decir el sábado último, y junto a su padre se dirigió al Hospital Pasteur para ser revisado por un médico, quien le extendió el certificado correspondiente a raíz de las lesiones que presentaba.
El muchacho está desocupado y vive en la casa paterna junto a su concubina, Selva Rosa Herrero, y los tres pequeños hijos de la pareja 1, 3 y 4 años.
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