“A todos pido permiso y pongan mucha atención,
para escuchar los acordes, que produce el bandoneón,
nací en los conventillos, en la esquina, el callejón,
soy silbido de canillas, compañero en su pregón,
me cantan en los boliches, con aguardentosa voz,
porque soy parte del pueblo, él, me bautizó Tango,
y así...así, me presento yo.”
Este es el comienzo del poema “Soy así y me llamo tango”, de Norberto Angel de Líbano Elorrieta, y nos sirve para adentrarnos a un género que pese a no ser nacido en estas tierras, se vive y se siente de forma pasional por miles de villamarienses a diario. Es que el tango vino para quedarse, y en su arraigo, abrazó con fuerza el acento cordobés hasta fundirse en uno con él. Será por eso que afloró en nuestra ciudad, de manera tal que un sinnúmero de músicos y cantores, desde la década del ‘40 hasta el presente, hagan gala de las letras y ritmos canyengues sobre diferentes escenarios locales, provinciales y del país.
Carlos Gabriel García (36), y Osvaldo Omar Charras (67), son dos exponentes del tango villamariense. Ambos integran el “Cuarteto Magistral Tango”, junto a Osvaldo Scaglia en bandoneón, Hugo Barroso en piano, Alfredo Manccini en violín y Víctor Bertorello en contrabajo, que en la tarde de hoy se presentarán en la explanada del Libertador para brindar el primer concierto de este género en la temporada estival. En diálogo con EL DIARIO los cantores bautizados como la “voz de cristal”, y la “voz del pueblo”, recordaron anécdotas, sus inicios musicales y, por sobre todo, hablaron de tango.
Un sentimiento
llamado tango
¿Qué es él tango para ustedes?
-OC: Para mí el tango es un sentimiento, es una cosa que puedo transmitirle a la gente a través del canto. Yo empecé a los 13 años cuando nos sentábamos en el bar. Ahí me empezó a gustar el tango. En el tiempo del Glostora Tango Club. Yo escuchaba la radio y uno de mis músicos preferidos era el maestro Héctor Varela. En público comencé a cantar cuando tenía 20 años, y fue en el club Huracán, en los certámenes de barrio que hacía el Quique Urani. Ya estaba medio ducho, así que tanto miedo no tenía. Recuerdo que en ese momento me acompañó una orquesta, donde estaban el “Choli” Soria, “Quico” Berterona, y el “Rilo” Sanz. Eran dos guitarras y un acordeón.
-CG: Yo también lo mamé de chiquito al tango. Así como en otras casas después de un asado se canta folclore, en mi casa se cantaba tango. Cantaban mis abuelos, mi papá, mi mamá, mis tíos. Siempre canté y me gustó el tango desde chico. Además, los otros me alentaban a mí a cantar. Después tuve la posibilidad de cantar otros géneros participando en el coro del Conservatorio. Allí pude cantar otros ritmos, y aprendí mucho, pero el tango es lo mío. Me acuerdo cuando subí al escenario por primera vez, era muy chico y me temblaron las piernas. Fue en una peña de la parroquia de Lourdes, acompañándolo a Osvaldo Scaglia. Yo a él lo conocí comprando en su negocio de Sarmiento a metros de Alvear. El estaba con el bandoneón, y una vez comenzamos a cantar, y ahí nació nuestra amistad, que dura hasta hoy. El tango para mí es un sentimiento. Cuando yo escucho la letra del tango, me toca el alma. Creo que para mí, la única forma de expresar el tango es cantándolo.
Villa María y el dos por cuatro
¿Hay público de tango en Villa María?
OC: Sí, hay gente grande que le gusta mucho el tango, pero también hay mucha gente joven que le está empezando a gustar el tango, y lo están empezando bailar.
-CG: Hubo hasta hace un año atrás, una tanguería en nuestra ciudad, sobre calle Mendoza al lado del Patronato. Creo que fue una buena experiencia para la gente que le gusta el tango. Quizás no funcionó del todo porque había poco espacio para los bailarines, pero me pareció una buena iniciativa, porque se reunía la gente que verdaderamente disfruta el tango. Sí, es una pena que no haya espectáculos organizados durante el invierno porque hay lugares en la ciudad donde se podrían desarrollar. Así que si no te salen actuaciones en el año, debemos esperar hasta verano para presentarnos. Es una verdadera lástima porque Villa María hay muchos y buenos músicos y cantores de tango. Está la Orquesta Municipal, A Puro Tango, Cuarteto Magistral Tango, La orquesta del Cuarteto del Treinta, la orquesta de Bravín, y el trío de Canova. Pero además de las orquestas, hay buenos solistas como Jorge Larrué, Nelly Alvarado, Maricel, Morel, y otros más. Hay suficiente material local y en la zona como para organizar una grilla que cubra todo el año y nos incluyan a todos.
-¿Cómo es el público que va a presenciar los espectáculos de tango?
-CG: Creo que a la gente que le gusta el tango realmente, aprecia a todos los cantores, lo hagan mal o bien. Ellos van a una fiesta y la viven así, uno sobre el escenario ve que están felices de vernos actuar, cantar y se van formando barras. Es un disfrute.
-OC: El público hoy es diferente, la gente pide temas, hay más relación con la gente.
Si hay respaldo por parte del público local, y hasta se forman barras de orquestas y cantores; ¿por qué hay tan pocos discos nuevos de tango?
-OC: El problema es que no hay más escritores de tango, no se ha renovado generacionalmente, y las letras se repiten o surgen algunos tangos modernos que no a toda la gente les gusta, como es el caso de Cacho Castaña. El no hace el tango tradicional como el que le gusta a la gente en Villa María, por ejemplo.
-CG: Hay tangos de Cacho que la gente pide, y a nosotros también nos gustan, pero no es compatible con nuestra orquesta. También creo que es muy difícil generar recursos genuinos y sin respaldo o sponsor se hace difícil poder grabar un disco de tango. En Villa María cuesta 30 pesos la hora en un estudio de grabación, y como mínimo son 12 los temas que hay que grabar para hacer un disco, eso significa más horas de grabación, edición y el disco en sí. En nuestro caso no podemos solventar una grabación porque a pesar de que a la gente le gusta el tango y va a los espectáculos, en realidad van a los espectáculos gratuitos. Por otra parte ocurre que cuando se dan reuniones en clubes o festivales barriales, en vez de contratar a una orquesta local, prefieren poner grabaciones. Esto significa que si no hay actuaciones, es difícil que se pueda llegar a grabar un disco de tango. Diferente ocurre con otros géneros, como el cuarteto.
Sin edades
Ustedes pertenecen a dos generaciones bien diferentes, ¿cómo se han conectado musicalmente?
-CG: Es curioso, porque aparte de Omar y yo, el pianista es más joven todavía. Por supuesto que tenemos nuestros roces, pero hay cierta armonía y una amistad. El 8 de abril se cumplen 6 años del Cuarteto Magistral Tango, y seguimos igual como el primer día. No hay desgastes. En cuanto a gustos musicales, yo no tengo un estilo definido, me tiene que impactar el tango, gustarme la letra. Tengo mis caballitos de batalla que son los clásicos que la gente me pide, y que también la gente de la orquesta me los elige. Tengo tangos de Castillo, algunos de Angel Vargas, otros de Goyeneche. No tengo un estilo definido.
-OC: A mí me gustan los temas de Gardel y de Varela, también de Argentino Ledesma.
¿Se puede vivir del tango?
-OC: Acá desgraciadamente es bravo, no es para vivir del tango. Quizás del cuarteto sí, pero del tango es muy difícil, casi imposible.
-CG: Esto es una extra, algo que haces del corazón.
¿Cuáles son sus deseos tangueros para el 2010?
-CG: Ojala que tengamos un poco más de difusión, creo que con el espectáculo de la explanada vamos por buen camino, pero estaría bueno que orquestas como la nuestra pudieran grabar y recibir apoyo privado u oficial, ese sería al menos nuestro sueño. Tenemos solamente una grabación de hace un tiempo atrás. Creo que estamos conformes por el reconocimiento de la gente, a lo mejor no tenemos grandes premios ni títulos ni certámenes ganados, pero el cariño del público debajo del escenario o la gente que nos saluda en la calle es impagable. La gente de Villa María y la zona nos brinda su apoyo y calidez, y lo hace notar en cada momento que nos vemos.
- OC: Un sueño que yo tengo, ya que voy a cumplir 25 años de cantor profesional, es poder estar en el festival de La Falda. Me gustaría mucho, ese es mi sueño.
Texto: Ariel Grande
Fotos: Luciano Menardo
Epígrafes de fotos: 1) Carlos García - 2) Omar Charras - 3) “Acá desgraciadamente está bravo, no es para vivir del tango. Quizás del cuarteto sí, pero del tango es muy difícil, casi imposible”, declaran Carlos García y Omar Charras
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